La historia de la humanidad es una relación repetitiva de aconteceres de diversa índole; los que vienen provocados por la naturaleza: inundaciones, terremotos, enfermedades; aquellos otros que los generamos nosotros mismos: guerras, explotaciones, desigualdades. Sin embargo, también existen momentos positivos, preciosas primaveras y descubrimientos beneficiosos para la humanidad. En definitiva, es la historia que nos toca vivir en cada momento y que, en especial las negativas, consideramos que no ha habido otra igual.

Ahora vivimos inmersos en una pandemia que parece un castigo divino por nuestras perversiones y que antes nunca había sucedido nada parecido. Pero me van a permitir, quienes lean esto, hacer un poco de historia con relación a las pandemias.

Desde el año 1200 a.C. hasta la actualidad, que tengamos información documentada al respecto (en especial desde el siglo XVIII), hemos sufrido entre 250 y 300 pandemias. Estas han provocado unos 400 millones de muertos. Las más graves por cronología fueron: la peste antonina, año 165, 5 millones de muertos; la plaga justiniana, año 541, 25 millones de muertos; la peste negra, año 1346, 150 millones de muertos; la tercera del cólera, año 1846, 1 millón de muertos; la gripe rusa, año 1889, 1 millón de muertos, la primera del cólera, año 1910, 800 mil muertos; la gripe española, año 1918, 50 millones de muertos; la gripe asiática, año 1957, 2 millones de muertos; la gripe de Hong Kong, año 1968, 1 millón de muertos; VIH, año 1981, 36 millones de muertos y por último la actual covid-19, sin datos cerrados.

Pero hagamos una revisión de la mal llamada gripe española. Esta identificación territorial proviene por el momento en que sucedió, en plena guerra mundial. La censura de los países en guerra vetó esa información y España como país neutral fue el primero en notificar dicha pandemia, de ahí el nombre.

Esta fue una gripe tipo A con origen aviar, afectó a todas las edades en las personas, incluso también a perros y gatos; en España tuvo incidencia en 8 millones de habitantes y originó 300.000 muertos. Su comienzo fue de desprecio por insignificante, el periódico Daily Mail publicó que esta pandemia era muy parecida a un resfriado común.

No existe una certeza total sobre la procedencia de esta, aunque un buen número de epidemiólogos sostienen que fue China su origen, sin embargo, fue una de las regiones que menos afectados tuvo en valores relativos comparados; aunque lo más real es que comenzara con la movilización de 96.000 trabajadores chinos para trabajar en la confección de líneas bélicas de británicos y franceses. La notificación del primer muerto sucedió en Kansas el 4 de marzo de 1918.

Esta pandemia tuvo tres oleadas y la segunda fue la más letal, empezó en octubre de 1918 y comenzó a remitir en el verano de 1919. La mayoría de los fallecidos lo fueron por neumonía bacteriana. Se estima que hubo un total de 500 millones de contagiados y que la mortalidad fue del 10%.

Con relación a los efectos económicos que tuvo la gripe española a nivel mundial, no se puede realizar una comparativa con la actual, en primer lugar, porque ocurrió al mismo tiempo que una guerra mundial, lo que hace imposible separar las consecuencias que aportaron una u otra causa, en segundo lugar, porque no disponemos de fuentes conocidas que nos puedan dar información, no existían los instrumentos de contabilidad nacional actuales y por tanto hay pocos estudios fiables al respecto.

Este ligero relato de la gripe española de 1918 tiene un exclusivo significado que es comprender, desde la situación actual, cómo el mundo ha vivido momentos, comparativamente hablando, peores que los actuales. Sin embargo, teniendo en cuenta que en lo referente a la parte sanitaria de ambas pandemias encontramos bastantes situaciones de igualdad, solo el haber avanzado en los sistemas sanitarios nos podría haber evitado tanto contagio y mortandad.

Es necesario una alta mentalización de las consecuencias que los ciudadanos provocamos cuando no le damos la importancia a este tipo de alteraciones en nuestras vidas. Es trágico lo que le sucede a quien pierde su trabajo o negocio, la economía vista de manera global siempre termina recuperándose, lo que no tiene solución es quienes quedan en el camino a causa de la enfermedad.

Visualicemos la siguiente imagen: una manifestación de 50 millones de víctimas de la gripe española gritando: ¿por qué a mí?