La editorial Prensas Universitarias ha reeditado la biografía que Benjamín Jarnés dedicó a Emilio Castelar. Teniendo en cuenta que los grandes escritores aragoneses, como el propio Jarnés o Ramón J. Sender, están bastante olvidados, todo esfuerzo por recuperarlos debe ser bienvenido.

En Castelar, hombre del Sinaí, Jarnés, asimismo excelente narrador de ficciones, nos da una lección de cómo construir una muy seria biografía.

La suya sobre el republicano Emilio Castelar, dada la envergadura del personaje y su peso en la historia de la segunda mitad del siglo XIX español, no era nada fácil. Destacado político, magnífico orador y escritor, Castelar dedicaría su vida al intento de reformar y regenerar su España desde la acción pública.

Su papel y destino, en aquel reino borbónico regido por los caprichos y por los validos de Isabel II, iba a ser, más que el contrapunto o disenso, una franca, a menudo feroz oposición. Inconformista, provocador y rebelde, en vísperas de la I República, que acabaría presidiendo, Castelar, huyendo de una pena de muerte, se exilió a París, donde se convertiría en uno de los representantes legítimos de «los demócratas españoles». Privado de sus fuentes de ingresos, se ganó la vida escribiendo decenas de libros y cientos de artículos de prensa, parte de una obra miscelánea abarcadora de miles de páginas. Desde París, Castelar observaba al milímetro los movimientos del general Prim, quien ultimaba su plan de pronunciamiento, más que a favor del republicanismo, en contra de los Borbones…

Muy generoso en su trabajo documental, como claro en su expresión narrativa, Benjamín Jarnés nos ofrece en su versión del gaditano Emilio Castelar una pintura viva del liberalismo decimonónico y del primer republicanismo español.

Las fuentes ideológicas de aquel formidable tribuno andaluz, sus lecturas y nutrientes, contactos, aliados, dudas, epístolas, confesiones, debilidades, triunfos y decepciones se exponen a nuestra lectura como jalones de un destino individual representativo a su vez del devenir nacional y de la deriva europea en un momento crucial de restauraciones monárquicas, revoluciones liberales y despertares sindicales.

Una lectura histórica, muy instructiva y necesaria. Y dos autores (Castelar y Jarnés) a recuperar.