Iniciamos un nuevo año y faltan ocho para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 aprobados y revisados por Naciones Unidas. Es momento de reflexionar por el futuro y de pasar a la acción impulsando el propósito de las empresas, principalmente de las pymes, porque son claves para conseguir los retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Hay que dejar de un lado las buenas intenciones, e incluso me atrevería a decir el postureo de márketing con los ODS, para liderar una acción comprometida y responsable, donde se ponga un valor un liderazgo sostenible y un compromiso con el planeta y las personas. Aquí es donde las empresas deben revisar su estrategia a corto y largo plazo y sus líderes tienen la obligación de impulsar un papel estratégico.

Transparencia continua en las empresas

Una de las grandes exigencias de los grupos de interés, principalmente las personas, clientes y los accionistas, es la demanda de una transparencia continua en las empresas, alineada con el ODS16 Paz, Justicia e Instituciones Sólidas. Este es el reto de las pymes, aumentar sus principios de ética y transparencia, hacía una nueva demanda que reclama la sociedad.

Quiero ilustrar este artículo con alguno de los ejemplos y buenas prácticas que pueden impulsar las pymes en materia de transparencia y ética:

  • Plan de igualdad.
  • Protocolo de Acoso por razón de sexo.
  • Dossier de bienvenida.
  • Código ético – Compliance.
  • Campañas de comunicación / sensibilización.
  • Alinear los objetivos estratégicos de la organización con los ODS.
  • Implantación canal de denuncias. Directiva 2019/1937/UE.
  • Reportar a través de la Memoria anual de sostenibilidad.

Estas acciones, siempre desde el sentido común, son un paso más sobre la responsabilidad social y, principalmente, generan imagen de marca y credibilidad, mejorando la reputación de la pyme, más en momentos donde las empresas deben posicionarse, orientado sus productos y servicios hacía nuevos clientes y mercados.

Cambiar los valores

Los accionistas o las personas que trabajan en las pymes han de cambiar sus valores, donde la rentabilidad económica, pasa a complementarse con la social y ambiental, bajo criterios de la triple cuenta de resultados y para diferenciarse, es clave añadir lo relacionado con el buen gobierno corporativo. Las pymes deben hacer un gran esfuerzo en implementar en sus líneas de negocio, los aspectos de la transparencia y la ética, porque las hace más rentables y a su vez excelentes. También es importante destacar que aquellas empresas que no cumplan con las demandas y expectativas de reportar a través criterios de gobernanza, en unos años dejarán de ser rentables, porque los grupos de interés perderán su confianza.

La Unión Europea está lanzando nuevos retos en materia de política ambiental como es la Taxonomía UE, una megatendencia en gestión empresarial, que hace que las empresas innoven en materia de sostenibilidad alineadas con actividades económicas basadas en la ética y la transparencia bajo unos criterios verdes y digitales, demandados por la propia sociedad.

Este 2022 debe de ser el año de las pymes, donde deben seguir orientando su propósito hacía la sostenibilidad y los criterios de la Agenda 2030, siempre con el objetivo de diferenciarse y de posicionarse a través de criterios de ética y transparencia, lo cual redundará de manera positiva en su reputación y, sobre todo, impulsado criterios de rentabilidad social, económica y ambiental.