El Periódico de Aragón

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Nicolás Espada

Azcón gana con Feijóo

Casado apostaba por una oposición gritona y sin propuestas y el nuevo líder del PP trae la cordialidad y una estrategia reñida con la crispación. Un terreno en el que lleva tiempo moviéndose a gusto el presidente popular aragonés. La conexión de ambos está garantizada

VISITA DE ALBERTO NUÑEZ FEIJOO A ZARAGOZA, ACOMPAÑADO DE JORGE AZCON. PARTIDO POPULAR.

El encuentro del pasado jueves entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, seguramente no sirvió para llegar a muchos acuerdos, pero sí para respirar aires nuevos. El presidente popular transmitió una cordialidad que hacía tiempo que no se veía entre sus filas, ya que Pablo Casado había basado su oposición al Gobierno en una estrategia de crispación que tenía muchos gritos y pocas propuestas. Su único planteamiento era decir que el Ejecutivo caería y al final cayó él. Feijóo, consciente de sus contradicciones y las de su partido, busca ahora otro lugar y pretende ejercer una oposición en la que logre diferenciarse del PSOE, del Gobierno de coalición, pero también de Vox. Sabe que tiene más presión por la derecha que Sánchez por la izquierda y trata de moderar los planteamientos populares. Y ahí se va a encontrar con muchos líderes regionales de su mismo partido, como el aragonés Jorge Azcón.

El presidente del PP de Aragón y alcalde de Zaragoza lleva mucho tiempo ejerciendo esa política de cordialidad y de diferenciación de los socialistas (y de apoyo al Gabinete de Javier Lambán cuando se dan las circunstancias óptimas y de sentido común) pero también de Vox, aunque los necesite para sacar adelante muchas cuestiones del día a día municipal. A pesar de las grandes diferencias que tiene con el presidente de la Diputación General de Aragón, y de las pugnas que ha podido mantener con cuestiones como la llegada de Becton Dickinson a Zaragoza (que la quiso capitalizar el Ejecutivo) o con los tira y afloja con el campo de fútbol, Azcón no ha tenido ningún problema en apoyar a la DGA y se ve una clara intención constructiva en su discurso de oposición. Quizás los mayores momentos de crispación los vive el alcalde en los plenos del Ayuntamiento de Zaragoza y por cuestiones nacionales, casi siempre ligadas a los apoyos que el PSOE nacional y la izquierda en el Gobierno encuentran en Bildu y en Esquerra. Y con Vox, aunque legitima al partido apoyándose en él --como hace Feijóo al decir que es una opción política legal que se presenta a las elecciones y recibe muchos votos, como Bildu-- Azcón intenta distanciarse y claramente lo ha hecho en temas relacionados con LGTBI y en la violencia machista.

En este contexto, el líder regional del PP gana puntos con el nuevo presidente nacional. La posición de Azcón coincide más con la que ya se le ve a Feijóo y el hecho de que en la dirección nacional no haya una representación aragonesa no da la sensación de que sea porque el líder obvia a Aragón. Porque además hay otros elementos claves. La estrecha relación que el alcalde zaragozano mantiene con la recién nombrada secretaria general del PP nacional, Cuca Gamarra, también le beneficia. Una confianza que viene de los tiempos en que ella era alcaldesa de Logroño, lo que le genera una buena situación dentro del partido. Es cierto que llegará un momento (a partir del principio del año que viene) en el que los dos líderes tendrán que hablar del papel a jugar por Azcón, es decir, si es candidato a la Alcaldía de Zaragoza o a la Presidencia del Gobierno de Aragón, y ya se verá lo que ocurre, pero mientras tanto parece que el líder regional conecta muy bien con la filosofía y el plantel de estrategia del nuevo presidente. Mejor que con la de Casado.

Después habrá que ver si líderes del partido como el presidente provincial de Zaragoza, Ramón Celma, encajan igual y son como esos que estuvieron con un presidente y después con otro, como hay muchos que estuvieron con Aznar y con Rajoy, o con este y con Casado, o son apartados por la nueva cúpula. Y si hay algún otro aragonés (igual, sí) que puede tener algún papel destacado en la dirección nacional del partido. Pero, en principio, la liberación que siente el PP por la salida de Casado y la entrada de Feijóo da la impresión de que en Aragón se traduce también en que los dos líderes, español y aragonés, tienen un don de gentes que facilita mucho las cosas y además no difieren en exceso en su estrategia de oposición con los gobiernos de izquierda y con la presión de la ultraderecha. Pero no olvidemos que el camino por recorrer es largo. La crisis económica va a castigar mucho a todos y esa es la primera batalla.

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