El empleo tira, la inflación empobrece

El Periódico de Aragón

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Los datos del paro registrado y la afiliación a la Seguridad Social de febrero en España muestran que el empleo sigue creciendo, pese al debilitamiento económico causado por más de 20 meses de precios eléctricos muy altos, la continuada subida de los tipos de interés, el disparo del coste de la vida y las secuelas de la guerra en Ucrania. El paro registrado aumentó ligeramente en España 2.618 personas en febrero hasta 2,911 millones, aunque en el caso de Aragón bajó con fuerza al registrar 1.267 desempleados menos. Estos buenos datos no deben hacer olvidar que España sigue siendo el Estado miembro de la UE con la tasa de paro más elevada, habiendo desbancado incluso a Grecia: el 13%, el doble que la media de la UE (6,1%) y de la eurozona (6,7%), según Eurostat.

A pesar del leve repunte del paro, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en febrero en más de 88.900 personas (repuntó en 3.201 ocupados en Aragón), situando el número de afiliados en 20,17 millones, 476.000 más que en febrero de 2022 y la cifra más alta de la serie histórica para un mes de febrero, aunque por debajo de los 20,34 millones de afiliados del pasado mes de junio. Esto muestra la persistencia de una elevada estacionalidad en el empleo en España y la excesiva dependencia de su economía de la actividad turística. El número de trabajadores autónomos –3,3 millones– disminuyó en febrero por segundo mes consecutivo respecto a las cifras de afiliación a la Seguridad del mismo periodo del año anterior, lo que refleja el impacto negativo de los elevados costes energéticos y financieros y del freno a la demanda por la pérdida de poder adquisitivo general de la población.

La elevada inflación sigue siendo un importante reto en España, aunque su tasa anual –6,1% en febrero– sea de las más bajas de la eurozona e inferior al 8,5% de media. Tanto en España como en la UE, los precios de los alimentos y de la energía son los principales factores inflacionistas. La medida adoptada por el Gobierno español de rebajar el IVA a un amplio abanico de alimentos no han tenido el impacto deseado y la cesta de la compra de una familia se encarecido en un 3,5% en los dos últimos meses, en lugar de la rebaja esperada del 2,85% según muestra un análisis empírico de EL PERIÓDICO. La experiencia histórica ya hacía anticipar que rebajar el IVA a productos no sujetos a regulación y factura, a diferencia de los recibos de la luz, el gas o el agua, no suele repercutir en el consumidor sino que sirve para ampliar los márgenes de las empresas.

Al encarecimiento de la cesta de la compra, muy superior a la revalorización salarial, se suma el aumento de las cuotas hipotecarias y los alquileres. Las sucesivas subidas de los tipos de interés del BCE han aumentado en casi un 50% el importe de las cuotas mensuales de una hipoteca media respecto a su nivel de hace un año. Todo ello está recortando de forma muy marcada el poder adquisitivo de la población, empobreciéndola, lo que acabará traduciéndose en un freno al consumo y en un menor crecimiento económico.

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