Sala de máquinas

Don Juan

Juan Bolea

Juan Bolea

El mito de Don Juan me ha obsesionado desde hace mucho tiempo, tanto como el que me costó interpretar sus contumaces comportamientos. ¿Por qué nunca convivió con una mujer? ¿Por qué no se casó ni tuvo hijos? ¿Por qué huía del objeto de su pasión apenas había rendido una nueva víctima? No hay en el teatro universal otro mito ni otro caso de seductor capaz de comportarse como... ¿un diablo? ¿Y si Don Juan fuese el gran demonio español, enemigo mortal del amor?

Entonces se me ocurrió la idea de invitar a Tenorio a visitar esta España nuestra, actual, empoderada, libre, democrática e igualitaria, para ver cómo se desenvolvía entre nosotros, si era capaz de mantener el tipo y conservar su leyenda o si se desmoronaba como un atavismo. Sobre esta variante, utilizando mucho el sentido del humor, dobles sentidos y guiños a la actualidad, he urdido una comedia, El último amor de Don Juan, que les animo a disfrutar esta semana en el Teatro del Mercado de Zaragoza.

Sobre sus tablas podrán admirar a un actor extraordinario, Alberto Santos, con tal gama de registros que es capaz de pasar de la trascendencia mítica a la más hilarante comicidad. Su Don Juan es a la vez duro y tierno, mortal e inmortal, universal y doméstico, acuñando en su interpretación una deslumbrante riqueza y renovando el modelo. Le da la réplica una actriz superdotada, Sara de Leonardis, quien con solo veinticuatro años demuestra un grado de madurez tan elevado como el potencial que atesora.

Su interpretación de Eva, la mujer libre, inteligente y atractiva, pero inocente e insegura, de la que Don Juan se va a enamorar, conectará tan empáticamente con el público como ya se está viendo en los ensayos. Completa el reparto Amalia Aguilera en el papel de Mefistófeles, del que hace una portentosa encarnación, trastornando el romance de Don Juan con infernales amenazas y hondas reflexiones sobre el arte de la seducción, el amor y el poder.

Alfredo Mompel, Alejandro Bolea Gracia, Jacobo Atienza y Paco Formento se encargan de realzar el escenario y la interpretación.

No se la pierdan.

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