Opinión | editorial

Procesiones en las ciudades y en las carreteras

La Semana Santa avanza en Aragón en su doble vertiente de ocio y de demostración de una tradición religiosa que tiene su reflejo en innumerables muestras devoción por toda la comunidad. Este año ha venido marcada por la mala meteorología que aunque no ha conseguido aguar las innumerables muestras de fervor si ha provocado que varias localidades de la comunidad se hayan visto obligadas a suspender algunas procesiones, sobre todo al comienzo de la semana, pero los momentos cumbre se están pudiendo celebrar con cierta normalidad. En Zaragoza, el Miércoles Santo ocho procesiones sacaron sus pasos con la mirada llena de incertidumbre apuntando al cielo y, en el acto principal, los hermanos de la cofradía del Calvario tuvieron que cubrir con un plástico la imagen del Cristo minutos antes del Encuentro con la Virgen de la Dolorosa en la plaza del Pilar pasada ya la medianoche. En Huesca el agua obligó a suspender dos procesiones y en Jaca o Barbastro su programacióntambién se ha visto afectada por la lluvia.

Ayer en la provincia de Teruel los municipios de la Ruta del Tambor y Bombo rompieron la Hora con normalidad y el redoble de los tambores y el estruendo del bombo resonó por todo el Bajo Aragón. Una tradición plenamente arraigada que pasa de padres a hijos, de generación en generación. Va más allá de la festividad religiosa y año tras año atrae a miles de visitantes y curiosos.

La amenaza de la borrasca Nelson que ha traído fuertes rachas de viento, lluvia y una notable bajada de las temperaturas no ha conseguido arruinar el puente de Semana Santa. Los empresarios hosteleros de Teruel han cuantificado en un 15% las cancelaciones de reservas para estos días y se han visto obligados a ajustar los precios para atraer a viajeros de última hora.

En Huesca, en el Pirineo, la oferta de nieve y de las viviendas rurales que copan la mayoría de destinos de los visitantes de la provincia y se alejan del turismo religioso, también se han resentido. Las estaciones de esquí, que acumulan una gran cantidad de nieve en sus pistas después de las últimas nevadas, han visto mermado en parte el número de esquiadores debido a la climatología adversa. Aun así estos días también se han producido procesiones de vehículos dirigiéndose hacia destinos religiosos o de ocio. La operación salida prevé que se produzcan en Aragón más de 1.320.000 desplazamientos, una cifra algo superior a la del año pasado. En Semana Santa, haga el tiempo que haga siempre hay procesiones, ya sean por las carreteras o en las calles de las ciudades.

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