Con la temporada terminada de forma abrupta por el Elche en el playoff de ascenso y ahora que el Real Zaragoza ya sabe que permanecerá en Segunda el octavo seguido, es hora de trabajar contrarreloj en la planificación deportiva. El equipo aragonés llega muy tarde por la demora en disputar la promoción, por la cercanía del inicio de la nueva campaña y porque hasta hace unas horas no sabía si iba a seguir en Segunda o no.

En definitiva, quedan dos semanas para volver a los entrenamientos y la principal incógnita es saber quién será el próximo entrenador del Real Zaragoza, ya que la continuidad de Víctor está descartada. El técnico, en la rueda de prensa posterior al duelo contra el Elche, evitó hablar del tema y se limitó a decir que «no es el momento de hablar de mí, bastante dolor y tristeza tengo para pensar en uno mismo», pero su futuro, ahora mismo, está fuera del club.

El aragonés, ayer durante la despedida en la Ciudad Deportiva, anunció a la plantilla que no seguirá la próxima temporada a pesar de que el club le haya intentado convencer. La determinación de Víctor es irreversible y hará pública su marcha hoy en rueda de prensa telemática. Por tanto, la entidad está sondeando opciones para sustituir al aragonés. El gran candidato en ese escenario era Andoni Iraola, pero ya es oficial su llegada al Rayo Vallecano. Rubén Baraja es una alternativa, aunque no la única, Luis Miguel Ramis también está presente, y hay otros entrenadores con buen cartel sin un banquillo, pero cuyo caché es inasumible para el Real Zaragoza como, por ejemplo, Rubi, Abelardo o López Muñiz.

Lalo Arantegui habló durante la temporada que no contempla un futuro en el club sin el preparador aragonés y Víctor fue intocable para el club durante la peor racha de la entidad, pero el técnico tampoco ha ocultado en sus comparecencias públicas que ha sido una campaña agotadora y que él está cansado. Cogió al equipo metido en el pozo del descenso a Segunda B, lo cual ya implicó que sufriera unos meses estresantes.

Este curso ha sido todavía peor. Eterno, con una pandemia de por medio y un sinfín de percances a los que hacer frente. Han sido demasiadas cosas que, al final, han desgastado a un Víctor Fernández que ha puesto en la balanza el peso del agotamiento y el del corazón, teniendo en cuenta la espina clavada de no haber podido devolver al equipo a Primera División.

Sea como fuere, los naipes tienen que caer de forma inminente, cuestión de pocas horas, para no resentir la planificación deportiva. Víctor tuvo en las últimas ventanas de fichajes mucho peso a la hora de decidir bajas y fichajes y, por tanto, en caso de que no continúe, el club tiene que apresurarse en la contratación de su sustituto para que esté a disposición de los jugadores para el 31 de agosto y ayude en la planificación. Se cierra así el tercer ciclo de Víctor Fernández en el banquillo del Real Zaragoza.