Solo el casi recién llegado Sanabria y el portero suplente Álvaro Ratón han aparecido menos por el equipo que Haris Vuckic, uno de los fichajes estrella de Lalo Arantegui el pasado verano, cuando aún se desconocía si el Zaragoza iba a jugar en Primera o en Segunda División. Pero el balcánico, que empezó bien anotando el gol de la victoria del equipo aragonés ante el Girona en pretemporada, fue desapareciendo del once primero y de las convocatorias después para quedar relegado al ostracismo más absoluto.

Ninguno de los tres entrenadores que han pasado esta campaña por el banquillo zaragocista ha contado decididamente con el esloveno, internacional absoluto con su país. Solo Baraja, con el que fue titular cuatro de los cinco encuentros en los que ha formado parte del once inicial esta temporada, le concedió el beneficio de la duda, pero a finales de octubre dejó de aparecer por la alineación definitivamente salvo el esporádico regreso posterior en La Romareda ante el Rayo. Con él de inicio, el Zaragoza no ha ganado un partido (tres empates: en Alcorcón y en casa ante Las Palmas y Sabadell y dos derrotas: la sufrida en La Romareda ante el Rayo y en Leganés).

La desaparición de Vuckic llevó al club a intentar por todos los medios su salida en enero para liberar su ficha y realizar una incorporación más, pero el delantero, apelando sobre todo a razones familiares, se negó a salir. El Oviedo, que no se decidió al final, y el Sporting, si no hubiese fichado a Campuzano, se habían interesado por él, pero Vuckic se quedó en la plantilla con la esperanza de convencer a JIM, que mantuvo el ostracismo del esloveno. El alicantino apenas le ha concedido siete minutos desde que tomó las riendas del equipo, repartidos en tres apariciones testimoniales al final de los partidos ante el Lugo en la primera vuelta (dos minutos), Alcorcón en la segunda (3) y el pasado viernes en el Anxo Carro, donde jugó los tres últimos minutos más el descuento.

Precisamente, cuando el reloj se aproximaba al último de los seis minutos del añadido decretado por Arcediano Monescillo, Vuckic persiguió un balón caído a la izquierda con la esperanza de forzar la última oportunidad para un Zaragoza volcado en busca del empate. Con un gesto técnico de calidad, el esloveno se libró de dos rivales pero Juanpe cortó su avance con una dura entrada que el árbitro castigó con tarjeta amarilla. Lo que vino después ya es historia.

Cerca de diez meses desde su llegada a la capital aragonesa, Vuckic sigue siendo una incógnita. Relegado durante la práctica totalidad de la temporada a un papel residual y tras haber participado en solo cinco minutos en el 2021, JIM lleva tiempo elogiando en público y en privado el comportamiento y el rendimiento en los entrenamientos del delantero, al que rescató para la causa en Lugo después de dos meses sin jugar un solo minuto. Quizá el siguiente paso sea una titularidad de la que no goza desde hace más de cinco meses, pero, al menos, Vuckic, que en octubre marcó tres goles en cinco partidos con su selección, parece haber ganado terreno respecto a otros competidores por el puesto.