El Real Zaragoza, en el diseño de su plantilla, tiene marcada como prioridad la llegada de un mediocentro de perfil defensivo, con recorrido y con capacidad para sostener al equipo. Tras un primer paso con José Luis Vayá, Pepelu, al que se le solicitó al Levante su cesión, pero el club granota tiene decidido que el centrocampista, si sale, lo hará con traspaso y con Portugal como destino, ya sea el Sporting Club o el Braga, Miguel Torrecilla se centró, tal y como contó este diario el 27 de junio, en dos alternativas, Edgar González, del Betis, y Luismi Sánchez, del Elche. La opción de la cesión del jugador bético, muy complicada desde el inicio, era la favorita porque es un futbolista que puede hacerlo bien tanto en la medular como en el eje de la defensa y su rendimiento el curso pasado en el Oviedo fue excelso, incluso jugando en alguna ocasión como medio con llegada.

Esa polivalencia convertía a Edgar, de 24 años, en el gran candidato, pero ahora mismo esta vía está ya descartada en el Zaragoza. Manuel Pellegrini, técnico verdiblanco, todavía no ha comunicado al jugador si debe salir y, de hecho, todo apunta a que no lo va a hacer. El Betis, de gira ahora por Inglaterra, solo tiene para el eje de la zaga a Víctor Ruiz y a Sidnei tras la lesión de Marc Bartra, que le ha hecho perderse el segundo 'stage', y cuenta con los canteranos Kike Hermoso y el propio Edgar, que está haciendo un gran papel como central. El Betis, con problemas de límite salarial, va a dar salida a Sidnei y fichará otro defensa al menos, pero Edgar ahora cuenta con muchas opciones de quedarse, ya que puede jugar en ese puesto y ayudar en el medio. Si sale, lo hará a final de mercado y ahora mismo su destino está en el Almería, que desde el principio fue el gran rival del Zaragoza y que sí asumiría el medio millón de euros que tiene de ficha el futbolista catalán, algo a lo que ahora mismo no llega el club aragonés.

Así que las miradas del Zaragoza apuntan a Luismi Sánchez, ya en la 'pole' destacada para ser el refuerzo en el medio y un viejo objetivo de Torrecilla, que ya intentó su fichaje en enero. Entonces no rescindió en el Elche, pero sí lo va a hacer ahora. Probablemente y tras nos ser citado por Escribá para los amistosos lo haga en breve y el Oviedo y el Zaragoza están en la puja por él. Ninguno de los dos llega a las exigencias económicas de Luismi, al que se le ofrecería un contrato de dos temporadas y otra opcional similar al de los casos de Fran Gámez o Peybernes, que por el momento no colma sus aspiraciones. Con todo, desde el Zaragoza se confía en convencer al futbolista, aunque ahora mismo al oferta del Oviedo es mejor y Luismi ya estuvo en el club asturiano, que cuenta con esa baza a favor. Torrecilla aún tiene después más alternativas para la medular si Luismi también se convierte en quimera, alguna de ellas del extranjero, aunque la prioridad del director deportivo y de JIM es que lleguen jugadores que conozcan la Segunda o el fútbol español y por ahí están yendo las primeras opciones.

En la pasada temporada, en Primera, solo jugó 296 minutos en 13 partidos, 11 de ellos de Liga, pero es un centrocampista de acreditada solvencia y que ha dado un gran rendimiento en Segunda, en el Nástic, en el Valladolid y en el Oviedo. El futbolista andaluz (Puerto Serrano, Cádiz, 5-5-92) se formó en la cantera del Sevilla, con el que debutó en el primer equipo en la 14-15, en la primera jornada, ante el Valencia, y ya entonces lucía el casco que lleva desde 2012, cuando sufrió una fractura craneal jugando con el filial sevillista ante el Jaén. Firmó por el Valladolid en 2016, pero en el club pucelano apenas tuvo oportunidades, salvo en la temporada del ascenso a Primera, en la 17-18, donde su aportación resultó fundamental para volver a la élite. Antes, en la 16-17, ya estuvo cedido en el Nástic y en el tramo final del curso 19-20 jugó en el Oviedo a préstamo. En Segunda acumula 66 partidos entre el Valladolid, el Oviedo y Nástic, dejando claro que es un centrocampista para aportar mucho en la categoría de plata, un todoterreno que puede jugar como pivote o como centrocampista puro. En el Oviedo, por ejemplo, fue clave desde su llegada en enero de 2020 y tras esa cesión regresó al Elche, donde apenas ha contado con oportunidades en el último curso.