En el diseño de la futura plantilla que tiene Miguel Torrecilla la mirada principal está en el ataque, donde la necesidad y las bajas obligan a diseñar una parcela ofensiva casi nueva en la que solo Iván Azón tiene la continuidad asegurada, pero una demarcación básica para el director deportivo y para el entrenador, Juan Ignacio Martínez, es la de 'stopper', un 6, un centrocampista posicional que abarque campo y que tenga salida de balón y que dé solidez defensiva al equipo en el medio, además de mayor poder aéreo. Un especialista que ahora no hay en la plantilla. En la lista que maneja el ejecutivo zaragocista, con entre ocho y diez nombres en ese puesto, lo mismo que en otros a cubrir, la preferencia es José Luis García Vayá, Pepelu, centrocampista del Levante y ya se ha pedido al club granota su cesión, pero es una opción cada vez más inviable y surgen después dos alternativas en las que el Zaragoza ya se ha posicionado, Edgar González, centrocampista del Betis que ha estado cedido en el Oviedo este curso y que puede repetir préstamo, y Luismi Sánchez, jugador del Elche al que le queda un año de contrato y que va a rescindir su vínculo con el club ilicitano y al que ya Torrecilla apuntó como refuerzo en diciembre.

Tanto Edgar como Luismi cumplen con los parámetros de JIM, ya que son futbolistas que conocen la categoría, sin dientes de sierra en su rendimiento cuando han jugado y sobre todo que pueden dar un rendimiento inmediato, ya que su pasado no ha estado marcado por las lesiones. Pepelu por supuesto que tiene muchos números en ese plan, pero tras dos cesiones cumpliendo a gran nivel en el Tondela y en el Vitoria de Guimaraes, al jugador valenciano no le faltan pretendientes en la Liga NOS y el club valenciano, donde solo tiene un año de contrato y que necesita hacer caja por el 'fair play' financiero, prefiere traspasarlo y obtener una cantidad que ayude a cuadrar sus cuentas. Braga y Sporting de Portugal, dos clubs importantes del país luso, son los favoritos para hacerse con el jugador en propiedad.

El potencial de Edgar

Casi como una quimera la vía de Pepelu, en el Zaragoza gusta mucho Edgar González (Sant Joan Despí, 24 años), formado en el Cornellá y que llegó al Betis B en el verano de 2018. El pasado curso ha jugado en el Oviedo, con 38 partidos, 37 de ellos de Liga y 35 de titular, siendo fijo para Ziganda y con tres goles en su haber. A favor de Edgar juega su polivalencia, ya que su posición principal es la de mediocentro defensivo, pero se ha movido también de central y hasta con Ziganda se ha desenvuelto como centrocampista ofensivo, como un 8.  “Para mí es más 6 que 8, lo que pasa es que dentro de lo que es un 6 tiene la capacidad física para llegar al área y luego recuperar la posición. Es capaz de sacar el juego desde atrás con tres defensas, haciendo de tercer central, y luego puede llegar y sorprender», decía hace unos días el Cuco en ABC de Sevilla sobre Edgar, al que sus 1,93 metros le suponen un tremendo dominio aéreo, otra condición que JIM y Torrecilla valoran mucho en un mediocentro.

La idea del Betis, donde tiene contrato hasta 2023, es que haga la pretemporada, en la que Manuel Pellegrini quiere ver al futbolista y va a ir al 'stage' en Suiza entre el 7 y el 17 de julio. Ahí podrá ganarse un puesto y demostrar al técnico del Betis que puede tener sitio en la primera plantilla, aunque no lo va a tener fácil y, si no convence al chileno, el plan es una nueva cesión, con la intención de que sea en Primera. Si no, mirará de nuevo a la categoría de plata y ahí el Zaragoza ya está posicionado, teniendo en cuenta que su ficha ronda el medio millón de euros y que el Betis quiere que el club al que vaya asuma todo su salario. Vamos, una operación con muchas dificultades.

Luismi, en un entrenamiento del Elche. ELCHE CF

Luismi Sánchez va a rescindir su contrato con el Elche, donde le queda un año y su salida es segura con la carta de libertad para buscar un destino, que ya pudo tener en enero, donde se planteó su adiós por la falta de minutos en el Martínez Valero y con Torrecilla muy atento a esa opción que al final no se dio. En la pasada temporada, en Primera, solo jugó 296 minutos en 13 partidos, 11 de ellos de Liga, pero es un centrocampista de acreditada solvencia y que ha dado un gran rendimiento en Segunda, en el Valladolid y en el Oviedo, club que está por cierto muy interesado en su retorno y que ahora mismo es el favorito para su fichaje. Sin embargo, el Zaragoza ya le ha hecho llegar al jugador su interés en ficharlo en propiedad.

El futbolista andaluz (Puerto Serrano, Cádiz, 5-5-92) se formó en la cantera del Sevilla, con el que debutó en el primer equipo en la 14-15, en la primera jornada, ante el Valencia, y ya entonces lucía el casco que lleva desde 2012, cuando sufrió una fractura craneal jugando con el filial sevillista ante el Jaén. Firmó por el Valladolid en 2016, pero en el club pucelano apenas tuvo oportunidades, salvo en la temporada del ascenso a Primera, en la 17-18, donde su aportación resultó fundamental para volver a la élite. Antes, en la 16-17, ya estuvo cedido en el Nástic y en el tramo final del curso 19-20 jugó en el Oviedo a préstamo. En Segunda acumula 66 partidos entre el Valladolid, el Oviedo y Nástic, dejando claro que es un centrocampista para aportar mucho en la categoría de plata, un todoterreno que puede jugar como pivote o como centrocampista puro. En el Oviedo, por ejemplo, fue clave desde su llegada en enero de 2020 y tras esa cesión regresó al Elche, donde apenas ha contado con oportunidades en el último curso.