Cristian Darío Álvarez. El santo. El hombre más ovacionado en el Trofeo Lapetra en el regreso del público y que contra el Ibiza volvió a recibir una oleada de cariño, sigue siendo capital para este Real Zaragoza, un futbolista fundamental y un faro tanto para compañeros como para afición.

El conjunto aragonés comenzó la temporada contra el cuadro balear como la terminó el curso anterior, con los mismos nombres salvo la novedad de Fran Gámez, pero esa lectura, negativa en este contexto, se torna inevitablemente en positiva cuando se recuerda que Cristian Álvarez continúa siendo el guardián de las llaves de la portería. Y las tiene a muy buen recaudo.

El meta argentino suma, con el estreno contra el Ibiza, cinco porterías a cero en sus últimos seis encuentros y en el que fue batido, logró marcar. Así de determinante sigue siendo. Un portero con un rendimiento de diez que mantiene su meta imbatida. Después de la dura derrota ante el Girona (3-0) en la 35ª jornada, no recibió gol contra el Sporting (0-0).

Tras el duelo ante los asturianos, el Real Zaragoza se plantaba en Lugo en un choque a vida o muerte y Cristian obró, quizá, su mayor milagro y su gran obra a favor de la afición que tanto le adora al rescatar un empate de cabeza en la última jugada. Recibió dos goles, tan cierto como que han sido los últimos encajados por él.

Contra el Espanyol se aguantó el 0-0 inicial, se encarriló la permanencia con otro partido sin encajar (0-2) en Las Palmas y el suspiro de alivio llegó con la goleada al Castellón (3-0). Los dos últimos partidos de Liga, al tener la salvación en el bolsillo, los disputó Álvaro Ratón, que no pudo evitar las derrotas ante el Mallorca (2-1) y el Leganés (5-0). Ante el Ibiza, Cristian aumentó sus grandes registros de porterías a cero.

Cristian encara su quinta temporada como zaragocista en una plenitud física y mental. Haciendo bueno el popular dicho de que la edad es simplemente un número. «Es ya sin duda mi equipo más importante en Europa y el de mi carrera junto a Rosario Central, que es el de mi ciudad. Pero es que además para mí significa una escuela de madurez y de ser hombre tanto a nivel profesional como humano», dijo en una entrevista con este diario el pasado mes de julio. Ahí mismo, también aseguró que «físicamente estoy estupendo, mejor que con 25 años, y en mi cabeza me gestiono también mucho mejor que entonces», así como que «es muy posible» que acabe retirándose en el Real Zaragoza, donde es ya toda una institución.

A Cristian le está beneficiando el dogma de orden y solidez defensiva implantado por JIM, con predominio de la defensa sobre el ataque, lo que le deja más arropado. Pero no es menos cierto que, cuando hay que intervenir, aunque sea poco, el argentino responde. Ante el Ibiza tuvo que sacar una de gran peligro a tiro de Appin. No fue su mejor parada, pero sigue ganando puntos para el Real Zaragoza. Y así seguirá.