El balón parado asoma como una de las herramientas básicas en el partido de este domingo entre Amorebieta y Real Zaragoza. El estilo de juego del equipo vasco concede una especial relevancia a la fortaleza área como uno de los principales recursos de un equipo amparado en el estilo directo, las segundas jugadas y la estrategia. Sin embargo, esta disciplina solo viene siendo una amenaza para los rivales del Amore en lo que a la parcela ofensiva de los vizcaínos se refiere.

Porque algo más del 30% de los tantos del Amorebieta (seis de los 19 marcados en total) se fabrican a través del balón parado, un recurso que incluye tanto los remates de faltas o saques de esquina pero no los penaltis, ya que es uno de los pocos equipos a los que todavía no se les ha señalado una pena máxima a favor. Solo Leganés, Ibiza y Valladolid tampoco han logrado anotar todavía desde los once metros.

Pero esa amenaza en las alturas del Amorebieta no alcanza a su parcela defensiva, donde el equipo vasco no se está mostrando tan fuerte. De hecho, uno de cada cuatro goles encajados por el rival del Zaragoza (7 de 27) proceden del balón parado (córners, faltas o, incluso, saques de banda). Además, otros tres más los ha recibido de penalti, lo que elevaría hasta cerca del 40% el volumen de relevancia del balón parado en la parcela defensiva de la escuadra vizcaína.

El Oviedo, con dos tantos conseguidos a balón parado, fue, la pasada semana, el último rival en explotar esa fragilidad del Amorebieta cuando el esférico vuela por los aires. Eso sí, es el equipo que más balones roba en campo contrario, el que más duelos aéreos libra y más recurre el balón largo por encuentro y el que más remata de cabeza.

Claro que el Zaragoza tampoco es un peligro en esta índole. De hecho, el conjunto aragonés todavía no ha sido capaz de marcar a balón parado más allá del tanto anotado por Eguaras en Alcorcón después de un saque de falta sacado en corto por Zapater que el navarro culminó con un gran control y un remate certero. Pero por arriba nada, ni un rasguño. Y eso que ha estado cerca con cabezazos de Jair, Narváez, Francés o Álvaro, entre otros, que se han estrellado en la madera, el meta rival o se han marchado desviados. En un duelo marcado por la lluvia, el balón aéreo y el dominio de las alturas advierten con ser aún más determinantes.