Dos temporadas, entre 2003 y 2005, y 38 goles le valieron a David Villa para entrar en el corazón del zaragocismo, que siempre le recordará como uno de los mejores delanteros de la historia del Real Zaragoza, un ariete que después se haría enorme en el Valencia, el Barcelona y el Atlético, como referencia de la mejor España de todos los tiempos y con un Mundial como hito de una carrera repleta de éxitos. Desde noviembre, Villa, a través de su agencia, DV7 Management, lleva los destinos de Iván Azón, héroe en El Molinón y uno de los nuevos ídolos del zaragocismo. “El techo se lo va a marcar él con su evolución, posee todas las condiciones para volar muy alto y tiene juventud, es difícil predecir hasta dónde puede llegar”, asegura el exdelantero, observador privilegiado de las condiciones de Azón y al que espera ayudar a llegar muy lejos.

“Cada vez que sale se deja el alma por el equipo, juegue 5, 10 o 90 minutos. Estaba teniendo bastante mala suerte de cara al gol, pero ahora lo he encontrado y los delanteros ya se sabe que viven de rachas"

El gol ante su Sporting, el equipo en el que se formó y al que probablemente más cariño tiene, aunque también el Zaragoza y el resto de clubs ocupan su corazón, Villa lo vivió en su casa de Madrid, aunque en esta temporada ya ha estado en alguna ocasión viendo a Azón en directo, en Leganés por ejemplo o en La Romareda ante el Valladolid, además de no perderse ningún encuentro por televisión. “Es un magnífico gol que destaca dos de las grandes virtudes que Iván tiene. La primera es no dar una pelota perdida, algo muy bueno en cualquier futbolista y más en un delantero. Y la segunda la potencia, con la que arranca tras robar el balón al defensa”, recuerda el Guaje, que añade: “Tiene mucha templanza a la hora de regatear al portero y definir. Es un gran tanto que llevaba mereciendo desde hace tiempo”.

Azón, un futbolista capaz de hacer un gran número de esprints de calidad, a velocidad máxima, en cada partido, es un delantero que “cada vez que sale se deja el alma por el equipo, juegue 5, 10 o 90 minutos. Estaba teniendo bastante mala suerte de cara al gol, pero ahora lo he encontrado y los delanteros ya se sabe que viven de rachas. Ojalá estos dos seguidos le sirvan para coger la onda buena y afianzar con goles su buen juego y ayudar al equipo lo máximo posible”, dice Villa, en referencia al anotado ante el Leganés en Butarque hace dos semanas al rematar un centro de Puche tras ganarle la partida al central del rival.

“Obviamente, somos muy diferentes. Yo no tenía el físico y la fuerza que tiene él, debía buscarme la vida más alejado de los centrales. Él es capaz de pelear con ellos y ganarles en el cuerpo a cuerpo, donde sale vencedor en la mayoría de las disputas"

“Siempre le digo que me encanta cómo no da un balón por perdido, eso es un arma vital para un delantero. Obviamente tienes que poseer las condiciones físicas que él tiene, que parece que no se cansa nunca y esa potencia que exhibe en la arrancada y en la lucha con los defensas”, argumenta el exzaragocista, un punta que es el máximo goleador histórico de la selección, con 59 goles, y que marcó 185 tantos en 382 partidos en Primera, lo que le hace ser el duodécimo que más en la élite española, palabras mayores para definir a un delantero enorme. “Obviamente, somos muy diferentes. Yo no tenía el físico y la fuerza que tiene él, debía buscarme la vida más alejado de los centrales. Él es capaz de pelear con ellos y ganarles en el cuerpo a cuerpo, donde sale vencedor en la mayoría de las disputas, como por ejemplo en el gol que marca en Butarque”, asevera.

"Con 19 años tiene que mejorar en todo, porque el futbolista aprende hasta el día que se retira y el que no lo haga así se equivoca”

Villa, que entró en el Olimpo del fútbol mundial, no se atreve a ponerle techo a un jugador que tiene mucho camino por recorrer. “Es que acaba de cumplir 19 años y tiene que mejorar en todo, porque el futbolista aprende hasta el día que se retira y el que no lo haga así se equivoca”, explica, reconociendo que esas ganas de Azón son también un magnífico aliado en su carrera: “Él lo tiene claro, sabiendo que su mejora tiene que llegar en todas las facetas. Ese espíritu es una virtud muy importante”.

Iván Azón celebra su gol ante el Leganés, el primero de esta temporada. CARLOS GIL-ROIG

Con todo, baste un dato para darle más dimensión al delantero zaragocista. Villa debutó en el Sporting en Segunda en junio del 2001 y ya iba camino de los 20 años que cumplía ese diciembre. Con 19, como él entonces, Azón, que sopló las velas el pasado 24 de diciembre, suma 58 partidos oficiales, con seis goles, entre el curso pasado y el actual y 54 de ellos en Liga. “A su edad llevar esa cifra no es nada sencillo y con el Zaragoza en Segunda, con todo un Zaragoza, que no es lo mismo que hacerlo en otros equipos por la historia enorme que tiene ese club”, concluye el Guaje, convencido de que al delantero zaragozano le quedan muchas páginas brillantes por escribir.