El Real Zaragoza cerró la pretemporada con un empate ante el Girona, ascendido la pasada campaña a Primera División, en un partido clandestino, a puerta cerrada y sin transmisión televisiva en el que los aragoneses volvieron a dejar impronta de equipo serio y listo para el fuego real.
Carcedo encaró la última prueba con un once bien parecido al que formará en el estreno liguero ante Las Palmas aunque con ausencias notables como la del renqueante Azón, que se quedó en Zaragoza. Narváez ejerció de referencia ofensiva de un equipo en el que tampoco fueron titulares Francés, Mollejo y Francho.
El Girona, que había jugado apenas 24 horas antes, afrontó la cita con su clásico esquema de tres centrales. Riquelme, pretendido por el Zaragoza, ejercía de enlace con Stuani.
Los aragoneses fueron los dominadores del choque en sus primeros compases. Con Grau y Molina juntos en la sala de máquinas, la posesión era de los de Carcedo ante un Girona que trataba de sorprender a la contra. Narváez, muy activo, caía hacia los costados para abrir huecos en la defensa catalana y propiciar la llegada de la segunda línea. En una de esas conexiones con Gámez, el peligroso centro del colombiano no encontró rematador.
La primera mitad alcanzaba su ecuador sin ocasiones de gol por parte de ambas escuadras, aunque el Zaragoza, de nuevo muy intenso en la presión, se encontraba más cómodo ante un Girona que tardó más de media hora en ver de cerca a Cristian. Lo hizo a través de un disparo de Riquelme que se estrelló en el lateral de la red del marco blanquillo.
El susto amedrentó a un Zaragoza que sufriría durante unos minutos, lo que obligó a Cristian a intervenir en un par de acciones peligrosas de un Girona que encontraba huecos entre los centrales. Pero el Zaragoza insistía y una falta al borde del área cometida sobre Vada era enviada a la red de forma magistral por Eugeni, que mandaba el duelo al descanso con ventaja zaragocista.
El balón seguía siendo del conjunto aragonés tras la reanudación. El Zaragoza controlaba el combate ante un Girona que trataba de poner una marcha más al partido. Un disparo lejano de Manu Molina que se marchó alto dio paso al carrusel de cambios de Carcedo. Puche, uno de los recién incorporados, estuvo a punto de encontrar a Giuliano poco antes de que un error de comunicación entre Grau y Cristian dejara el balón en los pies de Riquelme, que empató la contienda.
En la recta final, el Girona tuvo la victoria con un cabezazo de David López que se topó con la milagrosa mano de Cristian pero también el Zaragoza pudo ganar si Matas no hubiese desviado el disparo raso de Puche.
Girona: Matas, Arnau, Biel Farrés, Santi Bueno, David López, Miguel, Aleix García, Terrats, Yangel Herrera, Riquelme y Stuani. También jugaron Pau Víctor, (minuto 27) Roca (46), Almansa (46), Ureña (67) y Sala (82).
Real Zaragoza: Cristian, Fran Gámez (Larrazabal, m. 74), Lluís López (Francés, m. 68), Jair, Chavarría (Nieto, m. 68), Grau, Manu Molina (Petrovic, m. 74), Vada (Francho, m. 68), Eugeni (Puche, m. 68), Bermejo (Mollejo, m. 68) y Narváez (Giuliano, m. 68).
Goles: 0-1, m. 45, Eugeni. 1-1, m. 72, Riquelme.
Árbitro: Salvador Morros Monje. Amonestó a Stuani, por el Girona, y a Fran Gámez y Puche, por parte del Zaragoza.
Incidencias: Partido a puerta cerrada disputado en el campo de entrenamiento de La Vinya.
