El zaragocismo exhibe ilusión antes de Reyes

Tras dos años sin poder hacerlo por culpa de la pandemia, el Real Zaragoza volvió a abrir sus puertas en un entrenamiento en La Romareda antes de Reyes para que el zaragocismo en general y sobre todo los niños, con el Cartero Real por las gradas para los más rezagados, pudieran mostrar su ilusión con el equipo en una mañana soleada y festiva en el Municipal. Algo menos de 3.000 aficionados se dieron cita en el estadio, con colas en los accesos antes de entrar, y una sesión en la que el equipo pudo notar el aliento de su gente.

Eso sí, la cifra fue inferior a la de hace tres años, en 2020, donde unos 5.000 aficionados acudieron ese día ante un Zaragoza de Víctor Fernández que iba lanzado hacia un ascenso frenado en la pandemia. Sin embargo, es más que revelador de la pasión de una afición un entrenamiento como el de este miércoles, aunque los primeros aplausos tardaron en escucharse.

Tras recibir a los jugadores con saludos desde la grada, no fue hasta los remates a puerta y tras un gol de Lluís López a centro de Larra cuando se notó de verdad que era un entrenamiento especial. La mayor ovación se la llevó Rebollo por tres paradas consecutivas, aunque Puche también estuvo certero en los remates y Giuliano en el partidillo, con dos buenos tantos. Escribá dispuso 30 minutos de fútbol y dos equipos en los que mezcló jugadores, aunque ya situó al recién llegado Alcorcón junto a Francho y mantuvo a Mollejo con Giuliano en el otro equipo.

Reparto de regalos

Cristian, Fran Gámez, Lluís López, Jair, Nieto; Luna, Manu Molina, Alarcón, Francho; Azón y Puche formaron en un once y Ratón (luego Rebollo), Vigaray, Jairo, Francés, Fuentes; James, Petrovic, Grau, Eugeni, Larra; Mollejo y Simeone en el otro. "Es una ilusión para nosotros comenzar el año con tanta gente animándonos", dijo Azón tras el entrenamiento sobre este día tan especial.

Tras el entrenamiento, seguido por el expresidente, Christian Lapetra, que acudió con sus dos hijos y en animada charla con Sanllehí, los jugadores repartieron balones y otros obsequios y hubo espacio para las firmas, en algunos casos con más de 20 minutos, con Cristian, Giuliano o Francés como los más solicitados.