José Rojo, más conocido como Pacheta, llegó a la SD Huesca a principios de 2021 con un mensaje optimista que cambió la dinámica del equipo de arriba a abajo. Fue una inyección de moral cuando más se necesitaba para resurgir. Ahora, después de que el objetivo se escapase por los pelos a final de temporada, el técnico ha decidido no continuar en el club azulgrana. Así se acaba una breve historia que comenzó en enero, cuando llegó para suplir a Míchel Sánchez debido a que con el madrileño al frente el conjunto oscense solo consiguió ganar un partido de Liga. Doce puntos en 18 encuentros.

Con Pacheta, por su parte, se sumaron 22 puntos en 20 partidos. Sin embargo, no fueron suficientes para lograr la permanencia. Por esto, aunque este miércoles el director deportivo, Rubén García, dará más detalles sobre el camino del equipo la próxima campaña, el técnico no seguirá en la capital oscense. A pesar de no lograr la salvación el club comunicó que agradecen «tanto a él como a su cuerpo técnico la dedicación y profesionalidad mostrada en la presente campaña» y añadió que «su contribución a la notable segunda vuelta del equipo en LaLiga Santander quedará para siempre en el recuerdo de la entidad y la afición altoaragonesa». Y es que le deben haber peleado hasta el final.

La despedida del míster

El preparador también lanzó un comunicado por sus redes sociales, en el que explicó que fue «una inmensa alegría» cuando la entidad le llamó en enero para contar con él de cara a la segunda vuelta de la competición en Primera. También confesó que fue «una profunda pena morir en la orilla», refiriéndose a que su equipo tuvo la salvación en la punta de los dedos. Dependían de ellos mismos en la última jornada, solo tenían que ganar al Valencia, pero los tres puntos no llegaron. Los resultados de los rivales tampoco acompañaron. El equipo descendió habiendo acariciado el objetivo.

El míster describió a sus jugadores como «nobles», siguiendo con el mensaje de confianza en ellos que siempre había transmitido durante su estancia en el banquillo, desde que llegó en el mercado invernal y aseguró no preocuparse por los fichajes porque contaba con los que tenía a sus órdenes en esos mismos momentos. Al cuerpo técnico como «trabajador» y al equipo directivo como «amable, cariñoso y profesional». Tampoco se olvidó de la afición, a pesar de que no la ha podido ver en las gradas de El Alcoraz. Aseguró que a pesar de esa ausencia, su «calor calaba en el día a día». 

«Mi espíritu inquieto me empuja lejos de El Alcoraz, pero estoy convencido de que nuestro equipo volverá a Primera», concluyó Pacheta, que en cuatro meses se ha convertido en el entrenador que más victorias ha conseguido con el equipo en la máxima categoría del fútbol español. Era una de las bajas esperadas en el club, ya que el técnico había llevado al Elche anteriormente hasta Primera División y posteriormente había hecho un buen papel por un club que parecía muerto. Sacó al Huesca del puesto de colista y le acompañó hasta llegar a la última jornada con posibilidades. Pero su mensaje optimista ya no podía prolongarse tras el descenso. Buscará una mejor oferta.

A esta baja se sumarán las de algunos jugadores que también han destacado pese a no lograr la permanencia. Los nombres más sonados son Rafa Mir, Javi Galán y Álvaro Fernández, pero también habrá otros que pueden dejar una inyección económica en el club. Será este mismo miércoles cuando se conozcan más detalles en la comparecencia pública de Rubén García. 

Lo más probable es que de nuevo hable de un proyecto ambicioso para poder regresar a Primera lo antes posible. Para ello, el primer paso será encontrar un sustituto en el banquillo para Pacheta que esté capacitado para ello. Después, habrá que dar cuenta de las bajas en el plantel para configurar uno que pueda volver a hacer eso tan complicado que el equipo logró en la temporada 2019-20, que es ascender tan solo un año después de haber descendido. Desde luego, aunque el Huesca haya demostrado que para nada es imposible, no será fácil.