Definitivamente, el Gobierno ha variado su política informativa en el ´caso Prestige´. Tras minimizar el desastre ecológico, el Ejecutivo ha acabado resaltando "la magnitud de la tragedia" para excusar su tardía reacción. Fiel a esta nueva táctica, José María Aznar ha anulado todos los festejos navideños del Ejecutivo. La tradición de los ágapes se truncará este año por orden suya. El presidente ha cancelado la cena prevista para el próximo jueves con los diputados y senadores del PP. El mismo día, como cada año, iba a obsequiar a los periodistas con un ágape en la Moncloa, pero la invitación ya no será cursada. En las últimas 48 horas el PP, el Senado y varios ministerios han tenido que desconvocar sus festejos.