La NASA, que el miércoles pasado desestimó los daños causados en el ala izquierda del Columbia durante su lanzamiento como causa de la desintegración del transbordador, ha tenido que dar marcha atrás. Según fuentes cercanas a la investigación, las últimas imágenes de la nave, fotografiada por un potente telescopio militar un minuto antes de su desintegración, muestran graves daños estructurales en esa ala.

Aunque los representantes de la agencia espacial todavía no han confirmado el contenido de las imágenes, los desperfectos causados por un trozo de aislante el 16 de enero, día que el Columbia despegó hacia la Estación Internacional, vuelven a aparecer como tesis principal para entender la tragedia.

Los daños que parecen reflejar las fotografías fueron dados a conocer ayer por una publicación especializada. Y Mike Kostlenik, uno de los directivos de la NASA, confirmó que la agencia está investigando unas fotos de "resolución pobre" tomadas por una cámara militar.

CAMBIOS EN LA COMISION Esa cámara es el Starfire, un telescopio de uno de los laboratorios de investigación de las Fuerzas Aéreas que fotografía los satélites en órbita y que tiene capacidad para captar piezas de sólo 30 centímetros a casi mil kilómetros de distancia.

Ayer también se confirmó que se han hallado restos de una de las alas del Columbia, mientras que en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, se iniciaron los trabajos de la comisión investigadora independiente nombrada por la NASA.

Esta se ha visto obligada a cambiar la composición de la comisión para paliar las denuncias de que el grupo estaba demasiado vinculado a la agencia espacial. Dirigida por un militar, la comisión estará formada finalmente por otros cuatro militares, por expertos de seguridad del Departamento de Transporte y por el director del centro de investigación Ames de la NASA.