La fuga de la menor inglesa y exmarine americano que desde el pasado fin de semana había movilizado a la policía de varios países ha tenido un final feliz. Shevaun Pennington, de 12 años, volvió ayer sana y salva a su hogar en Inglaterra, después de llamar por teléfono por la mañana a sus padres desde Alemania.

"Nos dijo que volvía e hicimos las gestiones para el retorno. Fue fantástico. La mejor llamada que he tenido nunca en la vida", declaró Joanna Pennington, la madre de la chica, poco después de reunirse con su hija en la comisaría de Leigh, a las afueras de Manchester. Contentos y aliviados, aunque muy cansados, Joanna y su marido Stephen calificaron de "totalmente extraordinario" lo ocurrido durante estos últimos días.

Shevaun llegó a las 14.30 horas al aeropuerto de Manchester en un vuelo procedente de Sttugard, con escala en Amsterdam. Su compañero en la huida, Toby Studabaker, de 31 años, había sido detenido una hora antes en una calle de la ciudad alemana de Frankfurt, cerca de la embajada de EEUU. En la operación colaboró el FBI norteamericano y las policías de Manchester y Alemania.

Sobre Studabaker pesaba una orden de arresto internacional por intento de secuestro. La policía inglesa ha pedido su extradición para que sea juzgado en el Reino Unido. El exmarine telefoneó el lunes por la noche a su familia en Michigan para decirles que no había hecho ningún daño a la niña. Shevaun telefoneó dos veces a sus padres para contarles que se encontraba bien.