Después de un largo debate sobre el mantenimiento de la asignaturas de Religión y la nueva Educación para la Ciudadanía, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó ayer el decreto que reforma las enseñanzas de la educación primaria (de los 6 a los 11 años). El texto ha limado los puntos que irritaron a la Iglesia católica, como las refencias al matrimonio gay, e introduce cambios para mejorar las competencias básicas, como la obligación de que haya 30 minutos diarios de lectura. Pero una de las actuaciones más destacadas que contempla el texto del Ejecutivo consistirá en realizar un "seguimiento personalizado" de los menores, que "se plasmará con un diagnóstico, a los 9 años, con carácter orientador", tal y como destacó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Los alumnos que no alcancen los objetivos solo podrán pasar a la ESO si antes se han apurado los recursos existentes para recuperar su nivel: un plan de atención invidividualizada y repetir un curso. Asimismo, el alumnado inmigrante recién llegado a España y que presente "carencias" de dominio de la lengua deberá tener una atención específica, pero compartiendo "el mayor tiempo posible" con el resto de la clase. El alumno que manifieste un "desfase" grave podrá entrar en un curso inferior al que le correspondería por edad.

El decreto aprobado ayer intenta, además, reforzar, más que el listado de contenidos, como sucedió con las reformas nonatas del PP, los recursos para conseguir que los alumnos adquieran las competencias básicas. Básicamente para solucionar el déficit en comprensión lectora, matemáticas e inglés detectado entre los escolares españoles. Los alumnos tendrán 45 horas más en estas materias en toda la etapa, y además deberán dedicar un mínimo de 30 minutos diarios a la lectura en clase, en cualquier asignatura.

CONTENIDOS COMUNES La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recordó que el decreto ha seguido el "principio esencial" de la "igualdad básica de todos los niños españoles" para asegurar una formación común "a todos" los estudiantes dentro del sistema. El Ejecutivo ha tratado de asegurar, según la vicepresidenta, una formación común "a todos" dentro del sistema y, por ello, más de la mitad de los contenidos lectivos para cualquier niño "en cualquier colegio de España, esté donde esté, será común al resto".

La propuesta de mínimos del Gobierno deberá ser completada por las comunidades autónomas, según el porcentaje de que disponen. Las autonomías que cuentan con lengua cooficial podrán administrar el 45% del horario y las que no la tienen, el 35%.

Los alumnos de primaria tendrán como mínimo 560 horas de Matemáticas (45 más que ahora), 385 horas de Lengua Extranjera (otras 45 más), 875 de castellano (25 menos que ahora) y 50 de la nueva materia de Educación para la Ciudadanía, que se impartirá únicamente en quinto o sexto. Pierden horas las asignaturas de Conocimiento del Medio (25 horas), Educación Artística (35) y Educación Física (35).