Las autoridades de Chad prorrogaron ayer por 48 horas la detención preventiva de siete tripulantes españoles de un avión, seis miembros de una oenegé francesa y tres periodistas franceses. Para el Gobierno chadiano, todos son sospechosos de participar en una operación de secuestro y tráfico de 103 niños procedentes de Chad y del país vecino, Sudán.

Los 16 europeos fueron detenidos cuando el jueves querían embarcar en el aeropuerto de Abéché a los 103 niños, de entre 1 y 5 años de edad, en un avión de la empresa catalana Girjet con destino a Reims, en el norte de Francia. Allí les esperaban decenas de familias para acoger a los pequeños en sus casas. El avión de Girjet había sido fletado por la oenegé francesa Arca de Zoë, organizadora de la polémica operación, que ha sido cuestionada por el propio Gobierno francés.

Las autoridades en Abéché comenzaron ayer los interrogatorios de los españoles y franceses, que están recibiendo ayuda y comida de soldados franceses estacionados en la zona fronteriza con Sudán. La dirección de Girjet pidió al Ministerio de Exteriores en Madrid la mayor celeridad posible para prestar ayuda a sus empleados. Ayer viajaba a la capital de Chad, Yamena, el cónsul español en Camerún, Vicente Mas, ya que España no dispone de delegación diplomática en Chad. Los siete españoles, todos empleados de la compañía Girjet, se encuentran relativamente bien, aunque han vivido "situaciones desagradables y de mucha tensión", según el director comercial de la empresa, Antonio Cajal.

Según Idriss Déby, presidente de Chad, la operación es "un acto horrible que califico de crimen". El presidente insinuó ayer que los niños no solo fueran "secuestrados" para darlos en adopción, sino que serían también víctimas de tráfico de órganos.