La activista saharaui Aminatu Haidar ha hecho hoy su primera aparición pública en Marruecos después de la crisis que generó hace casi un año su huelga de hambre en el aeropuerto canario de Lanzarote (España) para que el Estado marroquí le permitiese regresar al Sahara Occidental. Haidar se ha presentado en el Tribunal de Primera Instancia de Ain Sbaa (Casablanca) para apoyar a siete saharauis que van a ser procesados por "atentar contra la seguridad del Estado" marroquí, y cuyo juicio ha sido aplazado hoy hasta el próximo 5 de noviembre. "Estoy aquí para asistir al juicio de siete activistas de derechos humanos, para defender el derecho a la libertad de expresión y estar en este día histórico para el pueblo saharaui", dijo Haidar en declaraciones a la prensa antes de entrar en el tribunal. Rodeada de algunos de los principales líderes saharauis pro autodeterminación, Haidar dirigió duras críticas contra el Gobierno español, al que acusó de ser "culpable" de la actual situación de los saharauis. "Lamentablemente, el Gobierno español sigue negando ese derecho (de autodeterminación) al pueblo saharaui, sabiendo que tiene la responsabilidad moral, histórica y jurídica", señaló. La saharaui instó al "Ministerio del Interior y a los servicios secretos marroquíes" a poner en libertad a los siete detenidos, de los cuales tres siguen recluidos en la prisión de Salé (junto a Rabat) mientras que otros cuatro se hallan en libertad provisional. "No tengo ningún problema con el pueblo marroquí ni con Marruecos como país; tengo un problema con que esté ocupando el Sahara Occidental de forma ilegal, que esté conculcando el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui", apuntó. Preguntada sobre si el hecho de que ella pueda hoy expresar sobre territorio marroquí su opinión significa que Rabat ha aliviado su control, Haidar consideró que "si hoy tengo un poco de libertad de expresión, eso no significa que los saharauis la tengan, porque Aminatu es una persona, pero hay un pueblo que está luchando por su libertad". Sin embargo, puntualizó que "la policía está detrás de mi desde el aeropuerto, desde anoche cuando llegué, pero eso es algo normal y corriente para mí, ya tengo costumbre".