Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto gracias al uso del telescopio VLT, en Chile, dos estrellas similares tan grandes y próximas --apenas separadas por 12 millones de kilómetros-- que su destino es catastrófico: o bien se fusionarán en una sola estrella que acabará sufriendo una explosión muy energética o acabarán formando un agujero negro binario.

El sistema doble VFTS 352 está situado a 160.000 años luz de distancia en la Nebulosa de la Tarántula, "el vivero más activo de nuevas estrellas en el universo cercano", explicó el Observatorio Europeo Austral (ESO). En la investigación han participado investigadores españoles del Centro de Astrobiología y de los institutos de astrofísica de Andalucía (IAA) y Canarias (IAC).

VFTS 352 está formada por dos estrellas muy calientes que orbitan entre sí en poco más de un día. Lo más sorprendente es que están tan cercanas que sus superficies se superponen y se ha formado un puente entre ellas. VFTS 352 no es solo la más masiva conocida de esta pequeña clase de binarias de contacto, sino que también contiene los componentes más calientes, con temperaturas superficiales que superan los 40.000 grados.

Las estrellas extremas de este tipo desempeñan un papel clave en las galaxias y se cree que son las principales productoras de elementos como el oxígeno. Estas estrellas dobles también están vinculadas a comportamientos exóticos como el mostrado por las estrellas vampiro, donde una estrella acompañante menor absorbe materia de la superficie de su vecina más grande. En el caso de VFTS 352, las dos estrellas son de tamaño similar, por lo que el material puede ser compartido. Se estima en un 30%.

Los astrónomos predicen que VFTS 352 se enfrentará a un destino catastrófico que puede acabar de dos maneras. Una es la fusión de las dos estrellas, lo que probablemente produciría una única estrella gigante de rotación rápida. "Si sigue girando rápidamente podría terminar su vida como una de las explosiones más energéticas del universo", dice Hugues Sana, de la Universidad de Lovaina (Bélgica).

La segunda posibilidad, como explica Selma de Mink, de la Universidad de Amsterdam, es que "acabarían sus vidas como explosiones de supernova, formando un sistema binario cercano de agujeros negros".