Un rotundo y unánime veredicto de culpabilidad puso ayer fin al juicio por la muerte de la pequeña Asunta Yong Fang. El crimen fue planeado y ejecutado por sus padres, la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, que la drogaron para poder matarla "sin que pudiera defenderse", según el jurado popular, que no ha considerado relevante ninguna de las lagunas y contradicciones de la investigación surgidas durante la vista oral. Del móvil que les llevó a cometer a sangre fría un acto tan inconcebible el tribunal no dijo ni una palabra. No forma parte de su tarea encontrar el porqué y este, probablemente, nunca llegará a conocerse.

Salvo que los recursos a instancias superiores le sean favorables, a la pareja le esperan muchos años de cárcel. El magistrado que ha presidido la vista, Jorge Cid, empezará el martes a redactar la sentencia.

18 Y 20 AÑOS DE CÁRCEL El juez tendrá sobre la mesa la petición de 18 años de cárcel formulada por el fiscal y la de 20 años planteada por la acusación popular de la Asociación Clara Campoamor. Ambos coincidieron en calificar los hechos de un delito de asesinato con premeditación y alevosía.

El fiscal añadió que, de haberse juzgado bajo el nuevo Código Penal, la pena hubiera sido "la prisión permanente revisable por tratarse de una menor de 16 años". Aunque en el relato de los hechos el jurado considera