Los pequeños vehículos eléctricos de cuatro ruedas que se alquilan por minutos empiezan a formar parte del paisaje de Madrid. Las dos compañías de car sharing que se han instalado en la capital de España, Emov y Car2go, han logrado más de 300.000 usuarios en muy poco tiempo y se anuncia para este mes de octubre la entrada de un tercer operador. La capital de España se está convirtiendo en un referente europeo de este tipo de transporte verde. En Zaragoza la firma Muving ofrece desde este verano un sistema de transporte similar, pero exclusivamente en moto. En plena promoción, los primeros 30 minutos de uso de estas motos son gratuitos y el coste por minuto a partir del 31 es de 0,18 euros.

El método con el que funcionan las dos compañías madrileñas es muy simple. Los usuarios se dan de alta por internet abonando una módica cantidad (un máximo de 9 euros) y una vez obtenida la aceptación de la empresa ya pueden bajarse al móvil la aplicación que les indicará dónde se encuentran aparcados los vehículos más próximos. Estos se pueden reservar con una antelación de hasta 20 minutos. Una vez situados junto al coche, se da la orden de abrir desde la aplicación y ya solo hay que coger la llave de la guantera.

TRES VECES MÁS BARATO / Car2go, con vehículos de dos plazas, cobra 0,21 euros por minuto mientras que Emov, con cuatro plazas, cobra 0,24. Un trayecto de 20 minutos que en un taxi en Madrid puede costar 15 euros, como ha podido comprobar este diario. Con Emov sale a tan solo 4,8. Una tercera parte.

La clave de esta oferta es que cuando se acaba el trayecto no hay que ir a ningún garaje a devolver el vehículo. Se puede dejar aparcado en cualquier calle que esté incluida en el área de servicio y es gratis estacionarlo en las zonas verdes y azules.

El ayuntamiento encabezado por Manuela Carmena no albergó ninguna duda desde el primer momento sobre las ventajas de apoyar, según un portavoz, «una movilidad cero emisiones alimentada a partir de fuentes renovables, que reporta beneficios de carácter inmediato para la calidad del aire». Gracias a las iniciativas existentes, «Madrid se está convirtiendo en un laboratorio urbano de referencia internacional para la experimentación de nuevos modelos de movilidad compartida 100% eléctrica», sostienen.

El Plan de Calidad del Aire aprobado recientemente establece en su página 116 que «la movilidad compartida está llamada a desempeñar un papel disruptivo en el sistema actual de transporte urbano, facilitando la consecución de los objetivos municipales de calidad del aire, cambio climático y congestión».

COMO OCHO COCHES PRIVADOS / Un estudio citado en el plan estima que un coche multiusuario sustituye a ocho coches privados, que pasan gran parte de su vida útil aparcados. En las dos empresas la media de uso oscila entre los 12 y los 15 recorridos al día. Los eléctricos también pueden circular sin restricciones en las áreas de prioridad residencial como la que se instaurará en el disrito Centro a partir de junio del próximo año.

Car2go fue la primera empresa en instalarse, en noviembre del 2015. Propiedad de Daimler, con una flota de 500 smarts fortwo, ha conseguido en menos de dos años fidelizar a 178.000 usuarios aunque solo opera dentro de los 53 kilómetros cuadrados de la almendra central (área que queda en el interior de la M-30).

El éxito de Car2go atrajo la presencia de un nuevo competidor, el Emov de PSA Peugeot Citroën, con una flota de 550 Citroën C Zero. Al ofrecer un vehículo más grande, con el doble de plazas y cinco puertas, y un área más grande (sirve a varios barrios situados al otro lado de la vía decircunvalación M-30) su despegue ha sido aún más meteórico. En sus tres primeros meses -nació el 19 de diciembre del 2016-, atrajo a 100.000 clientes. Hace medio año que no ofrece cifras pero se estima que, como mínimo, rondan ya los 150.000.

Por si fuera poco, este mismo octubre una alianza de Renault y Ferrovial lanzará un tercer operador cuyo nombre aún se desconoce. A un precio por desvelar ofrecerá un vehículo aún de mayor capacidad que el Citroën, el Renault Zoe, con una autonomía homologada de 400 kilómetros (unos 300 reales).