El Gobierno ha decidido combatir el narcotráfico que azota las costas andaluzas, con desembarcos y persecuciones policiales a plena luz del día en playas llenas de turistas, con una nueva la ley. Cuando esté aprobada, la norma prohibirá las embarcaciones neumáticas o semirígidas de alta velocidad y de más de ocho metros que habitualmente usan las mafias en el Campo de Gibraltar. Cuando el texto sea una realidad, ese tipo de lanchas se considera que son de uso exclusivo del personal de salvamento y otras autoridades marítimas, a las que sumarán las de actividades deportivas o empresariales. La policía, pues, podrá decomisar las narcolanchas, aunque no lleven droga ni tabaco de contrabando en el momento de la detención. «Se considerarán ilícitas», explicó ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que ha elaborado el anteproyecto de ley junto con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El borrador legal insta a las autoridades de Hacienda a realizar un registro de este tipo de embarcaciones para evitar problemas con las mafias. De momento, lo que el Ejecutivo ha aprobado es un anteproyecto de modificación de la ley orgánica de represión del contrabando. La propuesta de cambio normativo establece una vacatio legis de seis meses desde su aprobación y otro periodo de seis meses para regularizarlas.