SANIDAD PRIVADA

MUFACE: los médicos autónomos piden a Sanidad revisar un modelo de financiación "inaceptable"

UNIPROMEL denuncia que el Estado fija un precio por mutualista y adjudica el concierto a compañías a las que impone baremos públicos pero, a su vez, "les da libertad para que subcontraten con el sector medico privado a la baja"

Hospital privado en Madrid.

Hospital privado en Madrid. / Redacción

Nieves Salinas

La financiación del modelo MUFACE vuelve a estar sobre la mesa. Desde Sevilla, el doctor Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Médica Profesional (UNIPROMEL), que representa a gran parte de los médicos privados que ejercen como autónomos en España, pide revisar ese modelo. Porque, explica a El Periódico de España, el Estado fija un precio por mutualista y adjudica el concierto a tres compañías a las que impone baremos públicos, pero a su vez, "les da libertad para que subcontraten con el sector médico privado a la baja y abusando de una posicion de dominio". Lo que, en su opinión, "es inaceptable".

UNIPROMEL pide al departamento que encabeza Mónica García que, si va a mantener el modelo MUFACE, lo financie con los mismos baremos de precios que contrata para la sanidad transfronteriza (la asistencia sanitaria prestada o recetada en un Estado miembro distinto del Estado miembro de afiliación); con el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla (Madrid), o con los de las Consejerías de Sanidad para dar atención a los mutualistas, en torno a dos millones de personas sumando a los de ISFAS y MUGEJU.

Precios a la baja

En declaraciones a EFE, el médico sevillano ha explicado que el coste sanitario en el sistema público por ciudadano ronda unos 140 euros y el baremo por funcionario mutualista es de unos ochenta euros, "muy por debajo del coste real de la sanidad pública". De esa forma, continúa, "se ahoga al sistema porque las aseguradoras a su vez subcontratan a las cadenas hospitalarias o centros médicos y estos, a su vez, a los facultativos con precios a la baja".

Guerrero, que lleva años batallando por la actualización de los baremos que cobran los médicos privados, considera que el modelo es "insostenible" porque los precios que pagan las compañías a los médicos son "ínfimos e irrisorios". Además, asegura, va en detrimento de la calidad del servicio porque para a los facultativos les resulte rentable tienen que ver a muchos pacientes al día, por lo que ha avanzado que, si el Ministerio de Sanidad no cambia el modelo, las compañías se retirarán del concierto con MUFACE como las propias compañías vienen advirtiendo desde hace meses.

Cinco veces superiores

Según explica Guerrero a este diario, el Ministerio de Defensa, cuando contrata con su hospital Gómez-Ulla, en Madrid, con las compañías Adeslas y Asisa para la atención a sus mutualistas de ISFAS, exige unos baremos que son cinco veces superiores a los que estas compañías pagan a sus cuadros médicos libres.

Esto mismo sucede con el baremo de sanidad transfronteriza que se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para MUFACE, ISFAS y MUGEJU, precisa. "Inaceptable", insiste el doctor Guerrero que, avanza, desde UNIPROMEL "vamos a llevar el tema al Ministerio de Administraciones Públicas, de Justicia y de Defensa y si no tenemos respuesta, presentaremos denuncia en la Audiencia Nacional".

Precio de mercado

Guerrero se explica a este diario: "El Estado se permite adjudicar el concierto a dos o tres compañías. Curiosamente, no les exigen en pliego de condiciones a la compañía un precio de garantía para evitar la baja temeraria. Es decir: le doy el concierto de mutualistas, pero les obligo a que operen en el mercado con baremos que garanticen la calidad de la asistencia".

El Estado, se queja Guerrero, permite a las compañías que tienen el concierto "que subcontraten con miles de médicos autónomos, grandes grupos, y pequeñas pymes al precio que puedan obtener en el mercado"

Lo que hacen, añade, es "pagar una póliza mensual por mutualista por debajo del precio real de coste, un 50% menos de lo que pagan por una póliza privada con las mismas coberturas". El Estado se queja, permite a las compañías que tienen el concierto "que subcontraten con miles de médicos autónomos, grandes grupos, y pequeñas pymes al precio que puedan obtener en el mercado. Es una doble vara para medir el trabajo del médico".

Finalmente, UNIPROMEL pide que los precios fijados en los baremos públicos del BOE sean los de referencia en la privada. "Que el Estado o el Ministerio se pongan las pilas y fijen un baremo de garantía nacional, de gasto médico que sirva para todo. Y si contratas un seguro privado, que haya una garantía de obligado cumplimiento", señala el médico.

Quiebra del modelo

La posible desaparición del modelo MUFACE inquieta al sector privado. En junio, las principales aseguradoras -Adeslas, ASISA y DKV- ya advertían de una posible quiebra. Solo entre las tres aseguradoras, llevan unas pérdidas acumuladas de más de 170 millones de euros en el ejercicio del año 2022, el primero del actual concierto. Pero además, indican, supondría llevar al sistema sanitario público "al colapso" al tener que asumir la atención de los casi dos millones de mutualistas.

Archivo - Mujer, médico, consulta, tiroides, garganta, ganglios

Archivo - Mujer, médico, consulta, tiroides, garganta, ganglios / Redacción

A comienzos de noviembre, el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), entidad constituida por las principales empresas sanitarias y asociaciones privadas, quien advierte: el coste final de la atención a los mutualistas para el Estado ante esa futurible desaparición del modelo sería de entre 2.950 a 3.030 millones de euros.

Antes, en un congreso de sanidad privada celebrado en Madrid, sus ponentes advertían de que ese futuro del mutualismo es clave para el sector. "Es un tema muy grave" y su devenir será la clave para que la sanidad privada "lleve un camino u otro", aseguraba Luis Mayero, consejero de Asisa, una de las tres aseguradoras adheridas al concierto del organismo.