Curiosa ruta la que un vecino de Madrid realizó hasta la ciudad de Huesca a bordo del conocido como el Canfranero. Un viaje que muchos turistas eligen para disfrutar del paisaje de la provincia oscense y que este hombre escogió para robar a otros usuarios de este tren. Hizo parada en la capital altoaragonesa, donde continuó su actividad delictiva. La Policía Nacional lo acabó identificando y deteniendo. 

Por 9 euros, el sospechoso, de 34 años, inició su particular periplo el pasado domingo, siendo sorprendido por los viajeros del tren procedente de Canfranc hurgando en mochilas y maletas ajenas. El interventor del tren puso estos hechos en conocimiento de la Policía Nacional, desplazándose dos patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Huesca a la estación intermodal, que pudieron comprobar que, efectivamente, este hombre había hurtado diversos enseres de higiene y productos de estética que pertenecían a otros pasajeros, siendo denunciado ante la autoridad judicial como autor de un delito leve de hurto.

Una vez apeado en Huesca, el investigado aprovechó su estancia durante la madrugada en la ciudad para continuar cometiendo delitos contra el patrimonio, según fuentes policiales. 

Sobre las 06.00 horas, los agentes fueron requeridos por la empleada de una estación de servicio que al abrir el establecimiento, se había percatado de la ausencia de una tablet, del micrófono que sirve para comunicarse en el interior de la gasolinera y del teléfono inalámbrico que conecta el establecimiento con los clientes. 

Tan solo unos minutos más tarde, una patrulla policial identificaba en la plaza Santo Domingo a un individuo que portaba varias mochilas y dos bicicletas, procediendo a su identificación y al registro superficial de sus pertenencias, localizando en el interior de una de sus mochilas los efectos sustraídos anteriormente. 

Por tal motivo, los agentes procedieron a su detención, así como a intervenir las bicicletas que portaba. Una vez realizadas gestiones con las mismas, los agentes averiguaron que habían sido hurtadas de la plaza Unidad Nacional, habiendo procedido el detenido a forzar los candados que las sujetaban a farolas.

Tras realizar todas las gestiones de investigación, el detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia cuyo magistrado titular acordó la libertad provisional del sospechoso. 

Los efectos intervenidos a lo largo de los robos cometidos tanto en el convoy como a su llegada a la capital altoaragonesa fueron devueltos a sus legítimos propietarios que los reconocieron como propios. Lo que se desconoce, por el momento, cuál iba a ser el destino que pretendía darle al botín tan variado que había seleccionado y robado en un viaje cuyo destino final fue el calabozo.