SUCESOS EN ARAGÓN

El jurado necesita un día más para el veredicto del robo policial de botellas

Los dos mandos de la Policía Nacional afrontan seis años de prisión

El juicio contra los dos mandos policiales acusados de hacer desaparecer, supuestamente, 377 licores y 319 perfumes, cosméticos y complementos procedentes de dos alijos cuando iban a cambiarse de almacén en 2019, se recordará por los tiempos. A las maratonianas vistas de hasta siete horas seguidas se ha unido el aplazamiento del veredicto. El jurado popular necesitó un día más para decidir si los acusados son culpables o inocentes.

Y no es para menos ya que tendrán que responder y justificar nada menos que 52 preguntas que decidirán los destinos penales de los dos encausados. Entre ellas está, por ejemplo, si consideran probado que quien fuera inspector del Subgrupo de Hurtos, José Rafael A. P., acudió solo a los calabozos en los que se guardaban todos los efectos procedentes de dos macro operaciones policiales y seleccionó botellas y productos cosméticos, sacándolos para disponer de ellos en su beneficio, pese a saber que se trataba de objetos que estaba a disposición judicial. Una vez allí si, supuestamente, cogió de esta forma 53 botellas con la finalidad de, en un momento posterior, poder sacarlas de las dependencias policiales y llegó a llevarse dos botellas de Ron Cacique y otra de Jaggermeister.

Del otro de los encausados, quien fuera inspector jefe responsable de la Brigada Móvil, de la Unidad Canina y de Subsuelo de la Policía Nacional, Enrique G. B., deberán determinar si sabiendo que se trataban de efectos ocupados en operaciones policiales a disposición policial, quitó o hizo quitar los precintos que cerraban las bolsas negras y las cajas de cartón de los efectos.

En las preguntas formuladas por Fiscalía y el abogado de la acción popular en nombre de Jupol, Marco Antonio Navarro, se destaca que Enrique G. B., lo hizo un domingo y ayudado con un subinspector y dos amigos que no eran agentes y que no se llegaron a sentar en el banquillo. En la balanza judicial está si este mando policial seleccionó o no botellas sueltas que iba cogiendo con la finalidad de quedárselas y cambió cajas de cartón por otras o por cestas abiertas de plástico.

En este sentido, el tribunal popular presidido por Pilar Lahoz deberá también deberán decidir si Enrique G. B. hizo suyos las tres colonias o perfumes de Jean Paul Gaultier que luego faltaban, entre otros.

El papel de la defensa

Unas preguntas acusadoras que se oponen a otras redactadas en favor de los encausados como por ejemplo, si la llave de los calabozos en los que se guardaban los alijos no solo estaba en manos del inspector del Subgrupo de Hurtos, sino que era empleada por todo el mundo y, por tanto, que buena parte de lo que falta es de tiempo previo. En este sentido y de cara a enfatizar que la cadena de custodia se había quebrantado previamente, las defensas ejercidas por Enrique Esteban Pendás y Pilar Sangorrín, añadieron que «cuando pasaba a ser otro mando el responsable del Subgrupo de Hurtos no se hacía inventario o relación de los efectos ocupados que permanecían en las dependencias policiales».

De hecho, en este sentido de cuestiones para exonerar a los encausados algo que deberán de contestar es «si algunas cajas ya estaban sin precintar» previa a la mudanza a otras dependencias policiales y dejar libres unos calabozos. Los encausados afrontan hasta 6 años de prisión.