El “bloguero de los colegios” acepta cinco años y nueve meses de prisión por distribuir pornografía desde prisión

El pederasta reincidente ya fue condenado a otros siete años por abusos y corrupción de menores por producir el material pedófilo aprovechando su trabajo dando charlas en centros educativos

El pederasta reincidente en el juicio donde ha reconocido los hechos.

El pederasta reincidente en el juicio donde ha reconocido los hechos. / I.Cabanes

Juan R. P., el pederasta reincidente y antiguo estudiante de Magisterio que

, ha confesado esta mañana ante la Audiencia Provincial de València que distribuyó nuevamente pornografía infantil incluso desde el propio Centro de Inserción Social (CIS) de Picassent estando en situación de tercer grado penitenciario tras ser condenado por abusos y corrupción de menores. De esta forma, y tras llegar a un acuerdo de conformidad, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial ha dictado sentencia in voce condenando al acusado a una pena de cinco años y nueve meses de cárcel.

El Ministerio Fiscal solicitaba inicialmente para el pederasta confeso nueve años de prisión, pero tras el reconocimiento de hechos se le ha rebajado la pena y se le imponen cinco años y nueve meses de cárcel por un delito de producción, venta, distribución, exhibición u ofrecimiento de pornografía infantil con contenido especialmente degradante o vejatorio, con la agravante de reincidencia. Además se le impone una medida de diez años de libertad vigilada y la prohibición a ejercer ningún tipo de profesión o actividad, remunerada o no, que suponga contacto de menores durante un plazo de veinte años.

Fue la agencia norteamericana HSI (Homeland Security Investigation) quien alertó en enero de este mismo año a las autoridades españolas de la reincidencia del condenado, a quien ni siquiera la prisión puso límites para seguir cometiendo sus delitos con los menores como víctimas. Esta agencia estadounidense detectó sus movimientos en la red y utilizó a un agente encubierto informático para contactar con el procesado en la plataforma Telegram. Llegando a remitir el preso material audiovisual pedófilo entre diciembre de 2022 y enero de 2023, según él mismo ha reconocido hoy.

La Guardia Civil solicitó autorización judicial y registró la celda del CIS del acusado, donde éste cumplía el último periodo de condena al estar ya en tercer grado. Los agentes se incautó en su teléfono móvil, un disco duro y un ordenador portátil imágenes donde aparecían menores de edad practicando sexo explícito o mostrando sus genitales. Según ha quedado probado, algunos de esos archivos incluían incluso a bebés y tenían un contenido especialmente vejatorio, como prácticas zoofílicas y urofílicas.

Juan R. P., tiene 32 años, ya

, como informó en su día Levante-EMV. El en su momento conocido bloguero en el mundo educativo se paseó por cerca de un centenar de colegios de todo el país, fotografiándose con infinidad de niños, sin que ningún centro se percatara del peligro que corrían los menores junto a este pederasta hasta que finalmente en junio de 2016 la Guardia Civil destapó los abusos sexuales y la producción y distribución del material pedófilo. El ahora condenado por delitos similares aprovechaba su actividad laboral, en contacto directo con menores, para producir y distribuir la pornografía infantil.

Pese a ser condenado por tales hechos, el acusado ha vuelto a las andadas y el pasado mes de enero la agencia norteamericana HSI puso en conocimiento del departamento de delitos telemáticos de la UCO de la Guardia Civil que entre el 8 de diciembre de 2022 y el 7 de enero de 2023 el acusado, a través de la plataforma Telegram, envió a un agente encubierto previo pago de treinta euros, 54 enlaces del servicio mega para la descarga de material pedófilo que contenían más de un terabyte de pornografía infantil.

Igualmente, entre el 20 de enero de 2023 y el 28 de enero de 2023, mantuvo conversaciones con un agente encubierto del HSI tras las cuales le envió otros dos enlaces de mega con 349 archivos multimedia de carácter pedófilo. Los agentes españoles averiguaron que el domicilio del referido usuario se encontraba en una habitación de un centro de inserción social de Picassent, donde el acusado se encontraba cumpliendo condena por delitos de índole similar.