Mohamed C., el veinteañero gambiano acusado de colarse en una casa de Tamarite de Litera y violar a una mujer de 94 años, vio este martes aumentar la petición de condena por lo que hizo. Nada menos que afronta 23 años de prisión. 

Aumentaron la condena tanto la abogada de la víctima, Lucía Romeu, como el letrado que ejerce la acción popular y diputado por Vox en Huesca, David Arranz, después de escuchar a los forenses, quienes destacaron que la nonagenaria sufre un cuadro de estrés postraumático grave, siendo anteriormente independiente y pasando a ser ahora «totalmente dependiente» para su vida cotidiana. También consideraron el robo porque la Guardia Civil encontró todos los cajones revueltos durante la inspección ocular. La Fiscalía, por su parte, se mantuvo en los 17 años de cárcel.

Para llegar a dicha pena, las acusaciones enumeraron las pruebas en contra del acusado como su ADN, las huellas o que mandara mensajes a otras mujeres proponiendo sexo.

Hechos que se juzgan

La mujer vivía sola. Eran las 23.00 horas cuando, según la investigación realizada por la Guardia Civil, arrancó los barrotes que protegían una de las ventanas, fracturó los cristales (lo que le produjo varios cortes en la mano y que fueron fundamentales para poderlo identificar y detener al ser vecino del municipio) y se introdujo en la vivienda.

Merodeó por diversas dependencias del primer piso de la casa, revolviendo los cajones y enseres de las habitaciones buscando algo de valor, si bien nada le debió de interesar y subió al segundo piso donde se encontraba la víctima durmiendo.

En su habitación, según relatan las acusaciones, «se recostó junto a esta, despertándose y al ver que se encontraba un hombre junto a ella, comenzó a gritar». En ese momento, el agresor, presuntamente, le tapó fuertemente la boca, tirándola de la cama y arrastrándola en el suelo. Allí le arrancó la ropa, le puso primero la mano en la boca y luego una almohada y la violó. Le dio igual incluso que la mujer llevara pañal. Todo ello mientras la golpeaba