Periodista musical. Coordina junto a David Chapín la plataforma digital ‘Aragón Musical’ y la edición en la comunidad de la revista ‘Mondo Sonoro’. Además, son los organizadores de los Premios de la Música Aragonesa.

La pandemia ha afectado a todos los sectores y desde luego la música ha sido uno de los más afectados ¿Cómo valora el año para la música aragonesa?

El 2020 ha sido un año terrorífico, no solo porque no se han podido hacer conciertos, con lo que eso ha conllevado no solo para los músicos, sino que ha dejado a las salas y a profesiones como promotores, técnicos, etc en una situación económica muy grave. Pero además, en Aragón ha sido un año cruel, pues hemos perdido a personas que eran referentes, unos por covid, como Carbonell, otros por otras causas como Rebel o Cachi. Un mazazo.

Muchos músicos han comentado que el confinamiento les sirvió para dedicarse a componer ¿Se ha notado?

Sí y mucho. A pesar de todos los males, ha habido una cosecha de discos buenísima, brutal. La pandemia ha debido inspirar a la gente. Eva Mc Bel, Lionware, Peanook, por ejemplo, son gente muy joven que nos han dejado flipados con sus trabajos. O Bunbury, que ha sacado hasta dos discos. Y no hay que olvidar lo que viene, pues los anticipos de los nuevos trabajos de NØM, Elem o Lux tienen muy buena pinta, o Kase. O, que está sacando su disco por partes y se antoja enorme. A la gente le hacía falta sacar un disco después de estar encerrada tanto tiempo y esto va a hacer que lo que venga vaya a ser muy potente.

¿Y a su plataforma ‘Aragón Musical’ cómo le ha afectado la pandemia?

En lo que respecta a la plataforma digital muy bien, pues hemos cerrado el año con récord absoluto de visitas ya que la gente ha estado más pendiente de las pantallas que nunca, pero el resto de los eventos más allá del ordenador ya no han ido tan bien. Sí que hicimos los conciertos en la terraza del Pablo Serrano, pero no hubo Ámbar Z Music, del que somos colaboradores, y los Premios de la Música Aragonesa, que organizamos , fueron ruinosos, pues estaban previstos para el 13 de marzo y con todo ya montado hubo que suspenderlos por el confinamiento, lo que nos ocasionó unos gastos terribles. Luego, pudimos hacerlos en octubre, aunque con los gastos arrastrados. Pero seguiremos y si en el 2020 fueron en Huesca, este año serán en la provincia de Teruel.

¿Además de ‘Aragón Musical’ usted y David Chapín coordinan la edición aragonesa de la revista ‘Mondo Sonoro’ que ahora solo está en digital ¿También por la situación creada por el covid?

Además de cómo ha afectado a músicos, técnicos o promotores, no se ha hablado de los que nos dedicamos a la información musical. Mondo Sonoro es un ejemplo pues la revista se reparte en las salas de música, que ahora están cerradas y son las que ponen la publicidad para poder sacarla en papel. Ahora, ni hay salas para distribuirla, ni publicidad para hacerla.

Volvemos a lo digital, pues ha sido el medio que han utilizado los músicos para darse visibilidad este año ¿Al menos ha servido para reinventarse?

Ha sido una reinvención en cuanto a creatividad, pero no ha sido suficiente. La gente hacía conciertos desde su casa con un mal sonido y encima no cobraban. Otras reinvenciones, como El Bosque sonoro, que era un proyecto brutal, no ha ido bien del todo. En general, lo que ha primado ha sido lo que se ha ido fuera de la música, es decir, la reconversión de salas como Oasis o gente que ha cambiado de oficio, ha cerrado su bar o su sala o ha dejado el grupo.