Rodolfo Sancho ha viajado hasta Tailandia para apoyar a su hijo en el juicio por el crimen del cirujano plástico colombiano Edwin Arrieta, el pasado mes de agosto. Daniel, de 30 años, lleva desde entonces en prisión provisional. A la salida, durante un receso, el actor español ha respondido a medio centenar de periodistas que le esperaban a los pies de la escalera de la Corte de Ko Samui, con gran expectativa. "Le he visto muy bien", ha sido lo único que ha dicho. El acusado ha comparecido encadenado de pies y manos. "Algo habitual. Ya estamos acostumbrados", ha señalado Ramón Chippirrás, criminólogo y representante legal de la familia.