El Periódico de Aragón

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VIOLENCIA MACHISTA

El concejal de Zaragoza Ignacio Magaña afronta 3 años de cárcel por violencia machista

Será juzgado el 23 de junio por dos delitos leves de lesiones y otro de coacciones. El juez pide 1.480 € de fianza, pero al no recibirla pide averiguar su patrimonio

Magaña durante el minuto de silencio contra la violencia machista en el reciente debate sobre el estado de la ciudad. | ÁNGEL DE CASTRO

Desde que fuera detenido en noviembre del año pasado por violencia machista, el concejal expulsado del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza Ignacio Magaña solo ha participado en las actividades municipales de forma telemática. El 23 de junio, salvo que vuelva a alegar problemas en su estado de salud como ya hiciera en alguna ocasión, tendrá que salir a la calle para sentarse en el banquillo de los acusados por violencia machista.

El magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza ha dado por finalizada la instrucción y ha considerado que hay indicios suficientes como para abrir juicio oral contra él como supuesto autor de dos delitos de lesiones leves, uno de ellos en presencia de un menor, y otro de coacciones. Todo ello enmarcado en la violencia de género.

El ministerio público solicita para el 22 meses de cárcel, mientras que la abogada de la ex esposa del edil y denunciante, la letrada Sara Madurga, eleva la petición a tres años de privación de libertad. Asimismo, quieren que se le impida el derecho de tenencia y porte de armas por tres años, así como una prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de la víctimas, así como de su domicilio y trabajo. Tampoco podrá comunicarse con ella por cualquier medio por dos años.

La relación entre la denunciante y el edil se inició hace 13 años, si bien llevaban de matrimonio cuatro años. En los dos últimos, al parecer, la relación había empeorado.

El 9 de noviembre del 2021 hubo, según relatan las acusaciones, una fuerte discusión en el domicilio conyugal «con la intención de atentar contra la dignidad física de la víctima». Presuntamente, le pisó en el pie descalzo con zapatos de calle, causándole lesiones consistentes en una esquimosis. Fue cuando ella le comunicó la intención de abandonar el piso.

Al día siguiente, en otra discusión cuando la mujer recogía sus enseres en el cajón de la mesilla, el encausado «de manera violenta le pilló uno de los dedos de la mano». «Una forma conductual repetitiva», según ambas acusaciones. Pero no quedó ahí, tal y como denunció la mujer, ya que Ignacio Magaña le habría cogido el bolso a su esposa, en el que llevaba las llaves del piso, del trabajo, documentación, tarjetas de crédito y posteriormente le arrojó la maleta por la ventana teniendo que recogerla la mujer de plena calle.

Por estos hechos, el juzgado dictó una orden de alejamiento por la que se impide al acusado acercarse a menos de 100 metros de su esposa, del domicilio de esta, de su lugar de trabajo y de cualesquiera lugares que frecuente. También se le ha pedido que adelante una fianza de 1.480 euros que todavía no ha sido recibida, por lo que el magistrado ha pedido que se averigüe su patrimonio.

Los hechos relatados por la denunciante a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón llevó a los agentes a calificar y que derivó el nivel de riesgo en el sistema Viogén de «alto». Como adelantó este diario, se consideró «leve» la violencia psicológica sufrida por la esposa; «muy grave» la física y los agentes concluyeron que «en los últimos seis meses se registra un aumento en la escalada de las agresiones o amenazas». Añadieron el uso de arma blanca y que no hubo sexo forzado ni existencia de amenazas/planes dirigidos a causar daño a la víctima.

Magaña, por su parte, declaró ante el juez que el agredido fue él. En el episodio de la maleta afirmó que la mujer estaba realizando la maleta, que hubo una discusión y que ella se la lanzó. Al parecer fue rápido en los reflejos y consiguió evitar que le alcanzara, si bien esta cayó a la calle. Ante tal circunstancia, Magaña decidió abandonar el domicilio para recoger el macuto y ella fue detrás. En ese momento se habría producido, supuestamente, la agresión puesto que él habría recibido una patada que le habría hecho caer por las escaleras.

El edil fue expulsado del PSOE por su presunta implicación en este caso de violencia machista dos días después de que fuera detenido por malos tratos, tras la denuncia que interpuso su esposa el 13 de noviembre. Sin embargo, mantiene su acta como concejal no adscrito, de manera que puede asistir a todas las comisiones que se celebren así como a las sesiones plenarias, donde tiene voz y voto. También tiene despacho. 

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