Las obras de reconversión de los antiguos depósitos de Pignatelli de Zaragoza se iniciarán el 14 de junio, con casi dos meses de retraso debido a la tardanza municipal para trasladar la colonia de gatos ferales, que siguen campando a sus anchas mientras se terminan los trabajos en El Guano, el que será el nuevo lugar de residencia de los felinos, en los Pinares de Venecia.

Este espacio habilitado para los animales tendría que haber estado terminando hace un mes. La semana pasada, el área de Participación Ciudadana ya anunció que iba a procederse a la captura de los gatos para su posterior traslado, pero el proceso todavía no se ha iniciado porque El Guano sigue en obras y todavía falta algún cerramiento. Fuentes consultadas no explicaron a qué se debe el retraso.

 Este no es el único problema que ha obligado a alterar el calendario de las obras, previstas para el 20 de abril. El pasado viernes, la Unidad Verde comprobó que había tres nidos de golondrinas en uno de los edificios que se encuentra en los depósitos, en la zona en la que habitan los gatos.

Se trata de una especie de aves migratorias protegidas por lo que no se podrá derribar la nave hasta que las golondrinas abandonen la ciudad, entre agosto y septiembre. Así que está superficie tendrá que respetarse hasta entonces.

En este caso no habría problema alguno en que los operarios iniciasen los trabajos, algo que no pueden hacer mientras estén rondando los gatos, ya que les generaría mucho estrés y podría ser peligroso tanto para los 80 felinos que corretean por los antiguos depósitos como para los trabajadores.

Que se inicien depende exclusivamente de que el consistorio inicie el traslado y para hacerlo es preciso que terminen con el vallado de El Guano, de 6.818,35 m2 y un coste que se eleva hasta los 34.343 euros.