La visita a Aragón del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido breve pero intensa. A su llegada a Pradilla de Ebro, en donde ha confirmado que el viernes el Consejo de Ministros declarará todos los pueblos afectados por la riada del Ebro como zona catastrófica, una multitud de curiosos vecinos le esperaban, pero la anécdota del día la ha dado el presidente del PP de Zaragoza (y diputado en las Cortes) Ramón Celma. En medio de la marabunta, el político conservador ha sorteado a los guardias civiles que protegían a Sánchez para entregarle al jefe del Ejecutivo un par de botas de agua ante la sorpresa (y el cabreo) de Javier Lambán.

“Está muy bien venir con una comitiva, pero hay que mancharse las botas de barro”, le ha dicho Celma a Sánchez, que sin esconder su sorpresa ha agradecido el regalo, aunque obviamente era un obsequio cargado de ironía. El gesto que ha dejado estupefactos a los presentes y más cuando el político del PP no llevaba en ese momento botas de agua, sino unos zapatos que, tal y como ha enseñado en su perfil de Twitter, han acabado algo sucios. Las reacciones en las redes sociales a la performance del popular no se han hecho esperar.

Una de las más rápidas ha sido la del secretario de Organización del PSOE de Aragón, Darío Villagrasa (que también estaba en Pradilla), que aunque no ha respondido directamente a Celma en Twitter, ha recordado la visita de Mariano Rajoy en 2015 a la comunidad por las riadas que también hubo aquel año. El entonces presidente del Gobierno hizo sus declaraciones ante los medios en el pabellón Puente de Zaragoza, sobre el asfalto y sin mancharse las suelas. “A mí me han organizado la visita, yo voy donde me llevan”, dijo el líder popular cuando le llovieron las críticas.

La visita de Sánchez y el regalo envenenado de Celma han llegado precedidos además por varios mensajes de políticos del Partido Popular reclamando la presencia en Aragón del presidente del Gobierno antes de que se supiera que iba a venir a Pradilla de Ebro. Lo hicieron el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, algún diputado en el Congreso y la concejala de Servicios Públicos del consistorio de la capital aragonesa, Natalia Chueca. “Donde estas Pedro?? (sic) Los vecinos de Zaragoza y Aragón te están esperando”, ha tuiteado esta última junto a un vídeo de Sánchez en 2015 en el que criticaba a Rajoy que no visitara las riberas anegadas por el Ebro. Horas después el líder socialista ya estaba en Aragón. 

La crecida del Ebro, así pues, no solo ha dejado toneladas de lodo en las riberas del cauce, sino también barro político y un espectáculo que, por seguro, no ha servido para que el río bajara su caudal.