El año está a punto de terminar y parece que a PP y Cs les ha entrado prisa por aprobar el presupuesto de 2022 para Zaragoza. Este 2021 no pudieron hacerlo hasta marzo, con el retraso en la ejecución de los proyectos que ello conlleva, y parece que no quieren que les pase lo mismo (a pesar de que ya van tarde comparado con la mayoría de instituciones). Este mismo lunes, representantes del equipo de Gobierno municipal se han reunido con Vox para tratar de avanzar en la negociación de las cuentas y la ultraderecha ha alertado de que, si es por ellos, no hay prisa. «Más vale un buen presupuesto que uno rápido», dijo el portavoz de la formación que preside Santiago Abascal, Julio Calvo.

«Nosotros no tenemos ninguna obligación de llegar a acuerdos, son ellos los que nos necesitan», dijo Calvo por la mañana, antes de reunirse con los representantes de las áreas de Servicios Públicos, Acción Social, Infraestructuras y Economía, además de Hacienda. No obstante, el tono de su comparecencia fue mucho más sosegado que a principios de este mes, cuando dijo que «casi seguro» votarían en contra de los nuevos presupuestos.

En esta ocasión, Calvo afirmó que su formación «no pretende bloquear la ciudad», pero alertó de que el «escepticismo» hacia el equipo de PP y Cs es «muy grande». «Han mostrado una nula voluntad de ejecutar las enmiendas que introdujimos en el presupuesto», protestó el portavoz de la ultraderecha.

En las reuniones que mantuvo Calvo este lunes con los responsables de las áreas mencionadas (con los que estuvo en total casi cinco horas), «no hubo avances importantes», aunque se revisó «partida a partida» el presupuesto previsto de cada concejalía en presencia de la titular de Hacienda, María Navarro. Este martes el de Vox se verá con el resto de ediles que conforman el Gobierno municipal.

Entre sus condicionantes para aprobar las cuentas, Calvo adelantó que el presupuesto de 2022 no deberá ser expansivo, es decir, que deberá recortarse. El concejal también introdujo 14 exigencias concretas, entre las que están la regeneración de los barrios degradados de la ciudad y el Casco Antiguo, actuar en los polígonos industriales y agilizar los trámites con la Administración. Piden además una comisión de seguimiento para asegurarse de que todas estas partidas se ejecutan.

En su estrategia de negociación, Vox en Zaragoza está huyendo de exigencias con mucha carga ideológica, como sí ha puesto en otros lugares de España. Aunque Calvo advierte de que queda mucho por hacer y el fantasma de Madrid, donde Javier Ortega Smith ha dejado sin presupuesto al conservador José Luis Almeida, sigue presente.