Mientras a San Josémaría Escrivá de Balaguer se le ofrece una de las principales arterias comerciales del centro de Zaragoza, el expresidente del Gobierno español Adolfo Suárez tiene que conformarse con un callejón en el barrio rural de la Venta del Olivar. Un grupo de vecinos ya denunció hace año y medio que este vial, con sus baches y el barro acumulado por la falta de pavimento, era indigno para una persona que fue el artífice de la transición democrática española. De hecho, el nombramiento de la calle Adolfo Suárez fue tan discreto que ni los propios vecinos se enteraron de que tan histórico y querido personaje había sido incorporado al callejero municipal de su barrio. En ello influyó el hecho de que las placas metálicas con la nueva nomenclatura tardasen tiempo y tiempo en llegar hasta el barrio rural. Eso y lo escondida que se encuentra la calle en cuestión, que forma un fondo de saco que linda con el camino de Pinseque. EL PERIÓDICO