Unos 25.000 escolares aragoneses volverán hoy al colegio, sin saber si podrán hacer uso o no del servicio de comedor. La convocatoria de una huelga indefinida para las 1.400 monitoras que les atienden en los centros que dependen del Gobierno de Aragón, llena de incertidumbre la reanudación del curso tras las vacaciones.

Ante la ruptura de las negociaciones entre los sindicatos y la patronal del sector, que durante meses han tratado de cerrar un nuevo convenio colectivo, la DGA ordenaba el viernes unos servicios mínimos que han soliviantado aún más a los representantes sindicales. El departamento de Dolores Serrat establece que esos servicios sean del 100%, tanto en los comedores de Educación Especial como en los centros cuyos alumnos sean beneficiarios del servicio de transporte escolar, y determina que haya personal en todos los comedores de Infantil y Primaria, que varía según el número de usuarios.

Las empresas contratistas garantizan su cumplimiento. Todo lo contrario que UGT y CCOO --integrantes del comité de huelga--, que tildaron de "abusivo" el decreto publicado en el BOA y recordaron que el Tribunal Supremo ya declaró "nulos" los servicios mínimos fijados para la huelga del 2005. También subrayaron que la DGA no decretó servicios mínimos, durante las tres últimas huelgas generales.

A la protesta sindical se unió ayer Izquierda Unida, que se querelló contra Dolores Serrat. Según el coordinador general de la coalición en Aragón, Adolfo Barrena, la consejera ha cometido dos delitos: "atentado contra el derecho fundamental de la huelga y prevaricación". Para Barrena, que acusó a Serrat de "obrar mal a conciencia", "decretar el 100% de servicios mínimos es vulnerar un derecho constitucional". UGT y CCOO también "estudian" denunciar a la consejera.