Nati tiene dos hijos. Raúl cursa 3° de Infantil y Belén, 2° de Primaria y ambos comieron ayer en casa a pesar de poder haber dispuesto de la media beca ofrecida por el departamento a todos los alumnos que se quedaron en lista de espera el pasado verano. "Me supondría 96 euros al mes y, aunque mi marido trabaja, llevo tres años en el paro y prefiero cuadrar cuentas en casa y volver a pedir la beca el próximo año", reconocía. Así, los cuatro meses que restan de curso, los niños no harán uso del comedor, aunque Nati admite que la decisión podría haber sido distinta en caso de haber disfrutado de la ayuda a principios de curso. "Ahora lo primero es atender la economía doméstica y ahorrar lo que se pueda. Nuestra situación no es tan grave como puede ser la de otras familias, pero solo uno de los dos trabaja y es un desembolso del que podemos prescindir porque estoy en casa para ocuparme de ellos". De hecho, Nati prefiere esperar y ver "cuál es la situación el curso que viene y volver a intentar disfutar de una ayuda".