El Departamento de Educación estudia seriamente la posibilidad de suprimir las medias becas de cara al próximo curso. La medida todavía no es definitiva y, de hecho, la Administración no ha valorado en profundidad el nuevo modelo, pero desde la DGA se asegura que "ya se está trabajando" en la posibilidad de eliminar esa modalidad de ayuda que se ha implantado este año, sin éxito.

La opción de acabar con la media beca gana enteros, sobre todo, en lo que a las ayudas para comedor se refiere --también se instauró para la adquisición de libros de texto--. La experiencia de este año no se ha saldado con los resultados pretendidos por el departamento y, de hecho, muchas familias han renunciado a esta media beca --48 euros-- por no poder asumir el coste de la otra mitad.

El rechazo ya se produjo en verano, cuando se implantó el nuevo sistema, pero, quizá, ha sido más acentuado ahora, después de que la DGA la haya ofrecido a las casi 11.000 familias que se quedaron en lista de espera a pesar de cumplir con los requisitos y que, en su mayoría, han desechado la oferta.

Además, Educación ha comprobado como numerosas familias que ahora tendrían opción a media beca ya habían dejado a su hijo en el comedor, asumiendo el coste íntegro del servicio. Los datos económicos aportados por las familias, así como los umbrales impuestos para poder acceder a una ayuda, también podrían hacer más viable la decisión de prescindir del actual modelo y apostar por uno nuevo, ya sin medias becas.

Las medias becas han recibio severas críticas por parte de las familias pero también desde los centros. Incluso, cada vez son más los docentes que deciden ayudar económicamente a familias en una situación dramática por falta de recursos, asumiendo, en algunos casos, el coste del comedor de su propio bolsillo.

De hecho, la propia consejera ha reconocido en varias ocasiones que las becas de comedor y libros han sido el "punto rojo" del curso y anunció modificaciones en el sistema.