El silencio y el dolor llenaron ayer el barrio de Casetas por partida doble. Durante la mañana se dio en una misa multitudinaria el último adiós a Carmen Rodríguez y Jesús Javier Vives, un matrimonio de 56 años fallecido en la explosión registrada el pasado lunes en la planta de Pirotecnia Zaragozana de la localidad, que causó otros cuatro muertos y varios heridos. Por la tarde, en el centro cívico, fueron los familiares, compañeros y amigos los que arroparon a otro de los fallecidos: Juan José Lapuente, de 58 años

El primer funeral tuvo lugar a las once de la mañana en la parroquia de San Miguel Arcángel. El interior del templo estaba completamente abarrotado y los vecinos que no pudieron entrar formaban corrillos en el exterior. A la ceremonia acudió el delegado del Gobierno, Gustavo Alcalde, y los alcaldes de Utebo, Casetas y Garrapinillos. "Hemos venido a título personal, como vecinos, para rendir en lo posible el homenaje que merecen los fallecidos", afirmó el regidor casetero, José Luis Román, al término de la ceremonia. También asistió por sus vínculos familiares el exconsejero de Hacienda, Javier Campoy.

Muy unidos

El matrimonio llevaba décadas trabajando en la fábrica de material pirotécnico, tenía un hijo y acababan de ser abuelos recientemente. "Es una desgracia enorme", destacó Justo Merlos, amigo de la familia. "Siempre iban cogidos de la mano y lo hacían todo juntos: desde hacer la compra a tomar un café", recordó.

En los corrillos se echaba en falta la presencia de algún representante del Ayuntamiento de Zaragoza. "El homenaje en el balcón para las fiestas es necesario, pero creo alguien tendría que haber venido aquí a acompañar a la familia", indicó un vecino. Otros también lamentaban la presencia de cámaras de televisión y periodistas. En la mayor parte de los casos no lograban entender qué podía haber sucedido para tener que enfrentarse a una tragedia así. Tras la misa, los restos del matrimonio salieron a hombros de familiares y compañeros de trabajo. Después fueron traslados al cementerio de Torrero de Zaragoza.

Por la tarde tuvo lugar otro acto de carácter civil y también privado en el centro cívico de Casetas por Juan José Lapuente, otro de los fallecidos en la explosión, que fue enterrado en el cementerio local. El presidente de Pirotecnia Zaragozana quiso estar presente.

La iglesia ya acogió el miércoles el funeral por María del Carmen Romero Guerra y hoy se celebrará en Zaragoza la cuarta de las ceremonias. Los otros dos cuerpos aún no han sido entregados a sus familias.