Para Yossf, es su tercer día en España, justo el lugar al que quería llegar desde hace tiempo. Con sus 21 años, este joven sirio ha pasado mucho en la vida, tuvo que cruzar de Turquía a Grecia desde su país natal para buscar un futuro mejor. "Siempre quise venir aquí, todo el mundo está deseando llegar a España", afirmó Yossf. Dejó atrás familia y amigos. Ahora vive en Zaragoza compartiendo piso junto a otros tres refugiados. Yossf asegura que ahora solo quiere estar tranquilo y, algún día, poder trabajar para labrarse un futuro digno. Él y sus compañeros agradecieron ayer al Gobierno español su acogida, aunque recordó que en el camino todavía quedan miles de personas esperando en las fronteras de Europa. "Hay niños enfermos en los campamentos de refugiados, embarazadas desatendidas, hombres que solo quieren una oportunidad", relató.