La responsable de Participación Ciudadana en el Ayuntamiento de Zaragoza, Elena Giner, obtuvo ayer su primer éxito reseñable en lo que va de legislatura al lograr concitar las voluntades de PSOE y Chunta en su apuesta por impulsar los presupuestos participativos para el ejercicio 2017. Por primera vez, los partidos de izquierda en la oposición le dieron su apoyo para garantizar que el año próximo serán los ciudadanos los que decidan a qué destinar cinco millones de euros de las cuentas municipales.

Un impulso significativo por los precedentes en Participación Ciudadana y porque ambos coincidieron en regular ya los más de 30 procesos abiertos en la ciudad (entre ellos las mejoras de Parque Venecia, la reforma del Mercado Central o el futuro de los antiguos depósitos de Pignatelli, entre otros) que aporten seguridad a esta decisión de a qué destinar el dinero público.

La misma indefinición que llevó a PP y Ciudadanos (C's) a votar en contra de la moción. Porque, por ejemplo, pusieron de relieve que ese dinero saldrá de un capítulo de inversiones que el ayuntamiento, por estar inmerso en un plan de ajuste, tiene prohibido acometer. "Lo complicado es gestionar las expectativas. No vaya a ser que nos pidan un pabellón y tengamos que decir luego que no se puede", admitía la nacionalista Leticia Crespo.

Fue especialmente crítica con los procesos "sin orden ni concierto" ya abiertos. Para Alberto Casañal, de C's, esto es "empezar la casa por el tejado", antes de reformar un reglamento de participación que regule y planifique cómo se acometen estos procesos. La conservadora Patricia Cavero remarcó que ZeC "solo escucha a quien quiere", recordando que nadie ha consultado a los vecinos del centro qué les parece la reforma del paseo Constitución. "Los cimientos los pondremos desde abajo", garantizó el socialista Roberto Fernández.