Agapito sueña con el retorno de Cani al Zaragoza, pero el Villarreal no está por la labor de facilitarlo. Por lo menos, de momento. El club castellonense tiene claro que la única forma en que dejará marchar al mediapunta es mediante un traspaso. Eso, unido a la alta ficha del futbolista (1,8 millones) complica una operación en la que el Zaragoza ya empezó a moverse y en la que conoce la predisposición de Cani para regresar. La solución pasaría por ofrecer al jugador tres años de contrato e intentar un traspaso.

El Villarreal, que desea quitarse varias de sus fichas más altas, no contempla la cesión de sus jugadores. El que salga, lo hará traspasado. Solo en el caso de De Guzmán, al que fichó por 8 millones hace un año y será difícil obtener una cifra cercana en su salida, se plantearía una excepción. Con Cani, esa excepción solo se daría si llega el final del mercado veraniego y no ha encontrado una salida para él. El Villarreal aún no ha hablado con Cani y no le ha hecho saber si cuenta con él en Segunda. El jugador, que tiene ofertas del extranjero, estaría dispuesto a jugar en la categoría de plata, pero lo más probable, casi seguro, es que el submarino amarillo apueste por su adiós.