"A mí no me compete opinar sobre eso. El árbitro tiene los datos y hace lo que le corresponde. A nosotros nos tocar jugar y solo jugar". Hélder Postiga, como el resto del vestuario, han optado por pasar página, aunque sin olvidar, sobre la polémica suscitada por el codazo que David Navarro, central del Levante, propinó a Sapunaru. "El fútbol es así. Hay jugadores que entran para sacarte algo y no puedes seguirles el juego", dice el goleador del Real Zaragoza. "He encontrado todo tipo de jugadores y este es uno más. Salí más cabreado por la derrota", subraya el futbolista.

Postiga prefiere centrarse en lo deportivo, y en ese escenario aparece el Athletic este sábado en San Mamés, un campo legendario que desaparece esta temporada y en el que el Real Zaragoza jugará por última vez con la mirada puesta en que ese adiós a la Catedral sea lo más feliz posible para sus intereses. "Fuera de casa estamos haciendo muy bien las cosas. Vamos a intentar ganar frente a un rival difícil y en un estadio mítico con una afición que aprieta mucho. Pero, aunque ellos disponen de un equipo muy bien conjuntado, el fútbol son once contra once", dice el delantero.

El futbolista y referencia ofensiva del Real Zaragoza resume como un buen año el 2012 a nivel particular. "Conseguimos la salvación, algo que ha quedado para siempre en mi memoria, al igual que mi participación en la Eurocopa". Por ahora, Postiga solo piensa en el club aragonés pese a que se haya especulado con su posible marcha. "Me queda un año de contrato y opino lo mismo que en la pretemporada. No voy a cambiar de equipo porque sí. Estoy muy a gusto en este club y en esta ciudad".