La defensa del Real Zaragoza es un quebradero de cabeza no tanto por los goles encajados, estadística en la que el equipo de Manolo Jiménez se mantiene a mitad de tabla, sino porque las lesiones y las sanciones obligan a recomponerla continuamente. Cuando Álvaro no está expulsado, se lesiona Sapunaru. Si no es Pinter el que tiene molestias, es Loovens el que se rompe. Así continuamente, sobre todo, en los últimos dos meses, desde que el Real Zaragoza ganara su último partido de Liga.

Y esta semana sucede lo mismo, con Álvaro ausente en El Sadar por cumplir ciclo de tarjetas amarillas y Loovens como duda tras su rotura fibrilar. Sin Obradovic, lesionado desde la primera jornada, en los últimos diez partidos la zaga aragonesa ha sufrido todo tipo de vicisitudes. Contra el Betis, en la jornada 18, Álvaro fue expulsado una vez acabado el encuentro y luego le impusieron dos partidos de castigo. En la siguiente jornada, Pinter y Loovens formaron en el eje de la zaga y luego Sapunaru y Paredes vieron la décima y la quinta amarilla, respectivamente. Sanción, en cualquier caso.

En la Copa, Álvaro volvió a causar baja por tarjetas en la vuelta frente al Sevilla, mientras que los problemas que sufrió Loovens en la vigésima jornada acabaron en una rotura de fibras que le ha impedido jugar hasta la fecha. Pinter también ha sufrifo molestias en el bíceps y Lanzaro, que apenas cuenta para Jiménez, sufrió un fuerte golpe en la nariz cuando sustituyó a Loovens en Valladolid. En la jornada 21, ante el Espanyol, Sapunaru vio dos tarjetas más y fue expulsado, baja para Málaga, donde Abraham vio la quinta amarilla, uno menos para recibir a la Real. Ante los donostiarras, el canterano Héctor fue expulsado antes de la media hora y Álvaro alcanzó su primer ciclo de tarjetas.