El atletismo mundial vive desde ayer su particular IAAF leaks. Un informe difundido conjuntamente por la televisión pública alemana ARD y el rotativo británico Sunday Times reveló ayer que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) no habría sido muy cuidadosa en los últimos años en su pregonada lucha contra el dopaje.

El reportaje se basa en los resultados de unos 12.000 controles de sangre realizados a más de 5.000 atletas entre los años 2001 y 2012, que desvelarían que en no menos de 800 casos los atletas registraban resultados "anormales". Entre estos 800 casos se encuentran atletas que habrían ganado 146 medallas en competiciones de máximo nivel en ese período, entre ellas 55 de oro. Según esos datos, el país con mayor número de irregularidades sería Rusia, con 415, seguido a mucha distancia por Kenia (77), Ucrania, Marruecos, Turquía y otros muchos países; entre ellos, España.

"Un remarcable 80% de rusos ganadores de medalla han registrado en algún momento de su carrera niveles sospechosos en sus controles", asegura el Sunday Times en el reportaje, titulado El dopaje top secret: el oscuro mundo del atletismo. El informe, eso sí, exculpa a atletas muy conocidos como el jamaicano Usain Bolt y los británicos Mo Farah y Jessica Ennis.

Los dos medios de comunicación obtuvieron los datos secretos de los archivos de la propia IAAF, a través de una persona "disgustada" por la proliferación del dopaje en el atletismo, sobre todo en las pruebas de resistencia como las carreras de mediofondo y fondo, donde las sustancias que favorecen el transporte de más oxígeno en la sangre tienen más sentido. Posteriormente, la cadena televisiva y el diario pusieron los datos en manos de dos expertos australianos, que concluyeron que el atletismo se encuentra en la misma situación que el ciclismo hace unos años. "Nunca había visto tantos valores de sangre anormalmente altos", aseguró el australiano Robin Parisotto, uno de los expertos australianos en temas antidopaje.

Ante tamañas acusaciones, la IAAF se encuentras en una situación delicada, a solo tres semanas del inicio de los Mundiales de atletismo en Pekín (22 a 30 de agosto). "La IAAF es consciente de las graves acusaciones contra la integridad y eficacia de su programa antidopaje (...) basadas en datos médicos privados y confidenciales de la IAAF obtenidos sin su consentimiento". Preocupada por esa filtración, la IAAF anunció ayer que "se reserva el derecho a tomar las medidas necesarias para preservar sus derechos y los de sus atletas".

Pero, más que por la indiscreción, el deporte mundial está preocupado por la posibilidad de que la federación internacional, como denuncia el reportaje, solo investigara un tercio de los controles antidopaje que arrojaban resultados sospechosos. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se mostró "muy alarmada" y "muy preocupada" por esas nuevas acusaciones.