Sus vidas están fuera de peligro, pero el matrimonio español que resultó herido el miércoles en Bombay nunca olvidará esa noche. María Rosa Romero y Rafael Beaus, residentes en Barcelona, habían viajado a la India por negocios. Habían llegado a Bombay desde la región de Gujarat y no hacía ni media hora que se habían instalado en el Taj Majal, uno de los dos hoteles asaltados, cuando comenzó la pesadilla.

"Acabábamos de dejar las maletas. De pronto, oímos ruidos como de petardos. Mi marido en un principio pensó que podía ser una boda, pero yo lo dije: eso más bien suena a disparos", relata serenamente María Rosa Romero, de unos 60 años, desde una cama del hospital.

La mujer enseña las cerca de 50 heridas de metralla que tiene en la pierna y la cadera izquierda. Y continúa: "La gente echó a correr despavorida. A los terroristas no los vimos, solo oímos los tiros. Nos refugiamos en una esquina del vestíbulo. Luego hubo un estallido, nos alcanzó la explosión pero a cierta distancia. Creo que si hubiera sido un poco más cerca nos hubiera matado".

La deflagración hizo que se desplomaran cristales y trozos de techo. A ella le alcanzó la metralla y su marido, Rafael, se fracturó una pierna y sufrió un neumotórax. "La explosión fue tan potente que el bolso que yo llevaba quedó en nada. Estalló el móvil, todo lo que tenía dentro". En esa esquina, sin moverse, estuvieron cerca de una hora.

Finalmente, llegó la ayuda. Desde fuera del hotel, el personal sanitario entró con precauciones máximas para rescatarles. Primero hicieron rodar la camilla al interior del vestíbulo con un empujón, y luego entraron precipitadamente cuatro o cinco personas. A Rafael, que les repetía "help, help", lo sacaron rápidamente, mientras a ella, ensangrentada, la evacuaron "casi a rastras entre tres o cuatro personas", dice.

De allí los trasladaron al hospital de Bombay y los separaron porque las heridas de Rafael eran más serias. A ella la llevaron a la planta 14, a la que no dejaban de llegar víctimas. Su marido pasó la noche en la UCI a causa del neumotórax y, ayer por la mañana, fue sometido a una operación, con éxito. Actualmente se encuentra bien, en fase de recuperación, y probablemente podrá ser dado de alta en una semana.